La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, señaló este viernes que repudia la filtración de una supuesta delación compensada del senador Delcídio do Amaral, publicada el jueves por la revista Isto É, y dijo que es “justo” que la sociedad sepa detalles tan solo si hay delación y si la Justicia autoriza la divulgación.

En una declaración a la prensa, la mandataria brasileña explicó que “las filtraciones apócrifas, selectivas e ilegales deben ser repudiadas y tener su origen rigurosamente investigada, ya que perjudican la ley, la justicia y la verdad”.

Según la revista Isto É, el senador firmó un acuerdo de delación compensada con la Operación Autolavado, que investiga la trama de corrupción en Petrobras. En los testimonios, Delcídio habría dicho que Rousseff y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva sabían de la trama.

Rousseff recordó que todas las acciones de su gobierno se han guiado por el respeto a los derechos individuales, la lucha contra la corrupción y el compromiso con el fortalecimiento de las instituciones del Estado.

“Si hay una delación compensada homologada y debidamente autorizada, es justo y legítimo que la sociedad sepa su contenido. Sin embargo, repito, se requiere la autorización del Poder Judicial. Rechazamos, en nombre del Estado Democrático de Derecho, el uso abusivo de filtraciones como un arma política. Esas prácticas no contribuyen a la estabilidad del país”, subrayó.

Según la jefa de estado en el 2014 había presentado informaciones detalladas a la Procuraduría de la República sobre la adquisición de la Refinería de Pasadena por parte de Petrobras.

“El Procurador General había  determinado “que no era posible imputar el delito de ningún miembro de la junta directiva porque se comprobó que todas las etapas de procedimiento a la parte previa del negocio se hicieron de la manera correcta”.

Y añadió: “quisiera manifestar no solamente lo inconforme que me siento con la base legal de los términos de la más hipotética relación que se llevó a cabo con el senador Delcídio Amarar.   Quisiera manifestar mi indignación con respecto a las denuncias que se habrían llevado a cabo en esta delación”, señaló la  mandataria.

Apoyo a Lula da Silva

En un comunicado, la mandataria mostró además  su «integral disconformidad» con el traslado forzado del exmandatario Lula da Silva para que declare ante la policía por la causa que investiga el megafraude a la estatal Petrobras.

«Manifiesto mi integral disconformidad con el hecho de que un expresidente de la República que, por varias veces, compareció voluntariamente para prestar declaración ante las autoridades competentes, sea ahora sometido a una innecesaria conducción coercitiva para prestar declaración», señaló la mandataria en un texto que fue distribuido a la prensa.

«En mi calidad de jefa de Estado, considero necesario ponderar que todos nosotros, agentes públicos, independientemente del poder en que actuamos, debemos tener un profundo sentido de responsabilidad respecto al cumplimiento de nuestras competencias constitucionales», dice la nota  firmada por Rousseff.

El exmandatario Lula Da Silva fue sacado de su casa por la policía federal este viernes para luego ser trasladado a una comisaría donde fue interrogado durante tres horas, al tiempo que su residencia como las de algunos familiares y allegados eran registradas por agentes en el marco de una nueva fase de las investigaciones por las corruptelas en Petrobras.