El expolicía cumplía su condena de 34 años y 8 meses en la cárcel 4, en el norte de Quito.

Foto: Ministerio del Interior

El expolicía Germán Cáceres, declarado culpable del femicidio cometido contra su esposa, María Belén Bernal, fue trasladado a la cárcel de Latacunga, en la provincia de Cotopaxi.

El exteniente cumplía su sentencia de 34 años y 8 meses en la cárcel 4, un centro de privación de libertad ubicado en El Condado, en el norte de Quito, al que eran llevados policías, políticos y objetivos que corrían peligro en otros centros de privación de libertad.

Galo Quiñones, abogado defensor de la familia Bernal, confirmó que Cáceres fue trasladado el lunes, 23 de diciembre, tras un análisis del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI).

“Este traslado es correcto porque los femicidas no pueden estar en una jaula de oro (cárcel 4), la cual fue creada para personas que cometen delitos conocidos como de cuello blanco, mas no para falsos hombres que con su mala sangre ensombrecieron la tranquilidad de familias enteras y segaron la vida de esas abnegadas mujeres que solo supieron entregarse en alma, corazón y lamentablemente pagaron este error con su vida, arrebatada por estos desadaptados sociales”, enfatizó en entrevista con este medio.

Bernal, una abogada quiteña, fue asesinada dentro de la Escuela Superior de Policía Alberto Enríquez Gallo, el 11 de septiembre de 2022, y su cuerpo fue hallado diez días después en el cerro Casitagua, en el norte de Quito.

El principal sospechoso, Germán Cáceres, quien fue capturado en el sur de Colombia, confesó el crimen y fue sentenciado a 34 años y 8 meses de prisión; mientras que otro oficial, el teniente Alfonso C., fue declarado inocente, una decisión que ha sido apelada y se encuentra truncada en la Corte Provincial de Pichincha.

De manera preliminar se conoce que doce personas, sentenciadas por diferentes delitos, fueron trasladadas desde la cárcel 4 y llegaron la mañana de este martes al centro de privación de libertad de Cotopaxi.

Fuente: El Universo –  Nota original