El proyecto de ley, que pasará a la firma del gobernador de Florida, Rick Scott, fue aprobado hoy por el Senado con una votación de 28-11, y previamente había recibido el visto bueno de la Cámara de Representantes.
La iniciativa amplía una norma de 2014 y permite así que pacientes con apenas un año más de vida puedan comprar marihuana medicinal en alguno de los cinco dispensarios y viveros autorizados en noviembre pasado por el Departamento de Salud de Florida.
De igual forma, la medida busca precisar la regulación de la naciente industria de la marihuana expuesta en la ley de 2014, conocida como Ley Compasiva de Cannabis Medicinal.
Esa norma autorizó el uso terapéutico de la marihuana medicinal, baja en THC, el principal ingrediente psicoactivo de esta droga, para algunos pacientes con cáncer y con convulsiones severas, especialmente niños que sufren de epilepsia.
Sin embargo, ninguno de los pacientes se ha beneficiado hasta ahora de la marihuana medicinal, ya que varias de las organizaciones que no lograron licencias para esta industria presentaron demandas en los tribunales al considerar «un monopolio» la autorización de apenas cinco y tienen estancado el negocio.
La nueva ley allana el camino para que más organizaciones puedan obtener permisos para el cultivo y la distribución de la marihuana medicinal, específicamente autoriza al estado a aprobar tres dispensarios más una vez supere los 250.000 pacientes calificados.
La medida, sin embargo, puede sufrir modificaciones de ser aprobado en noviembre próximo un referendo que busca legalizar la marihuana medicinal en Florida para un más amplio espectro de enfermedades.
Es la segunda vez que el tema será sometido a votación tras el plebiscito de 2014, en el que obtuvo el 58 % de los votos a favor, dos puntos porcentuales menos que los requeridos por ley, en una campaña liderada por United for Care.
«Aquellos floridanos enfermos y que sufren solo verán un alivio mediante la aprobación de la enmienda 2 en la elección de noviembre», expresó hoy Ben Pollara, director de United for Care.
En 2012, Colorado y Washington aprobaron el consumo de pequeñas cantidades de marihuana con fines recreativos, opción a la que se unieron posteriormente el Distrito de Columbia, donde se halla la capital federal, Oregón y Alaska, mientras que el consumo de cannabis para fines medicinales está permitido en 23 estados.