«Demos a la gente una voz para ocupar esta vacante», dijo hoy McConnell en el Senado, al reiterar que bloqueará la propuesta de Obama para el alto tribunal con el objetivo de que sea el próximo presidente del país, elegido en las elecciones de noviembre, el encargado de designar a un nuevo juez.
El líder de los republicanos del Senado, de los que depende la confirmación de Garland, acusó a Obama de tratar de «politizar» el proceso electoral con la designación de un juez para reemplazar al magistrado Antonin Scalia, fallecido el mes pasado y que era todo un icono para los conservadores.
«La gente de EE.UU. puede elegir a un presidente que designe a Garland o puede elegir a un presidente que designe a otro candidato diferente», argumentó McConnell.
McConnell citó un discurso de 1992 en el Senado por el vicepresidente Joe Biden, entonces presidente del Comité Judicial, en el que dijo que en un año de elecciones presidenciales el Senado no debería «considerar la celebración de audiencias hasta después de la elección» para elegir a un juez del Supremo.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, afirmó en un comunicado que apoya «completamente» la decisión de McConnell de «no avanzar en el proceso de confirmación».
«Esto nunca se ha tratado de quién es el nominado, sino de un principio básico. Bajo nuestra Constitución, el presidente tiene todo el derecho a hacer esta nominación y el Senado todo el derecho a no confirmar al nominado. Debemos dejar que el pueblo estadounidense decida la dirección del tribunal», señaló Ryan.
Por su parte, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid, instó al Senado a que «cumpla con su deber» y celebre una audiencia para considerar al juez Garland, que en 1997 fue confirmado con buena parte del apoyo republicano para la Corte de Apelaciones del Circuito del Distrito de Columbia.
«Es hora de que el Senado cumpla con su deber y le dé a este hombre la audiencia y consideración que él y el pueblo estadounidense merecen», señaló Reid.
El senador republicano Chuck Grassley, que preside el Comité Judicial de la Cámara alta, aseguró que «en ningún lugar de la Constitución se describe cómo debe el Senado proporcionar o negar su consentimiento» a un nominado para el Supremo.
Encontrar un sustituto para Scalia, emblemático juez conservador fallecido hace un mes, ha abierto una nueva lucha entre el Gobierno de Obama y la oposición republicana, porque el fallecido juez era uno de los iconos conservadores del máximo tribunal y el sustituto propuesto por el mandatario es más moderado.