El presidente Rafael Correa almorzó con tuiteros el lunes pasado. De allí han salido videos de bailes y autofotos que han servido para la crítica de la oposición. Pero dos asistentes a ese encuentro afirman que hubo mucho más contenido que lo que ha circulado.
Luego del encuentro se realizó una reunión donde se articularon estrategias para enfrentar lo que consideran mentiras que se difunden en las redes. Luis Villacís pertenece al movimiento de tuiteros de Alianza PAIS. Él cuenta que el siguiente paso será elaborar un manifiesto de respaldo al Gobierno. El militante está cansado de los insultos y las ofensas que se vierten en las redes sociales. Dice que su activismo, al igual que el de sus compañeros, es voluntario. No reciben dinero a cambio, como los acusan.
Luego del encuentro con el presidente Rafael Correa mantuvieron un diálogo con el ministro de Defensa, Ricardo Patiño, quien también es dirigente de PAIS. Y habrá una próxima cita con el secretario de Comunicación, Patricio Barriga. El objetivo es que todos los participantes y los que deseen luego unirse cuenten con herramientas suficientes para hacer frente a las discusiones virtuales. Manuel Espinosa, otro tuitero que estuvo el lunes en Carondelet, explica que no se trata de replicar cuentas oficiales. El objetivo es que las dependencias gubernamentales les provean de material, como infografías, folletos y datos que tumben mentiras.
Espinosa recuerda un caso exitoso. El asambleísta Andrés Páez alguna vez escribió en Twitter que el vicepresidente Jorge Glas tenía cuentas en un paraíso fiscal llamado Islas Masor, un lugar que no existe en el mapa. Entonces se comunicaron con la Vicepresidencia y refutaron la versión. Ellos están comunicados con grupos de chat en Whatsapp, Telegram o de contacto como Facebook. Gracias a ello, el martes, por ejemplo posicionaron la etiqueta “#EntreRevolucionariosNosSeguimos”. En el futuro piensan en capacitaciones para que todos aprendan a usar las nuevas herramientas.