El local registrado está ubicado a las afueras de la capital panameña, en un barrio conocido como Parque Lefevre, a menos de 15 kilómetros de la sede principal del bufete, y según la prensa local, uno de los almacenes de la compañía.
El Ministerio Público no ha dado de momento ninguna explicación oficial del allanamiento, que es el segundo que realiza la recién creada Fiscalía Segunda Especializada contra la Delincuencia Organizada a oficinas de Mossack Fonseca.
El primero, que duró cerca de 27 horas y concluyó sin pruebas contundentes, tuvo lugar el pasado 12 de abril en las oficinas principales del bufete y estuvo liderado por el titular de la nueva fiscalía, Javier Caraballo.
Diversos sectores de la sociedad panameña criticaron la lentitud del Ministerio Público a la hora de ordenar el registro de la sede principal, ya que se realizó 10 días después que la fiscal general, Kenia Porcell, anunciara el inicio de la investigación.
«El allanamiento tenía que haberse hecho de inmediato. A estas alturas, ya se pueden haber escondido pruebas», afirmó entonces el sindicalista Genaro López.
El pasado 3 de abril un centenar de medios internacionales desvelaron a principios de mes que personalidades de todo el mundo contrataron los servicios de la firma panameña Mossack Fonseca para crear sociedades opacas en distintos paraísos fiscales y supuestamente evadir impuestos.
El escándalo afecta a más de 140 políticos y altos funcionarios de todo el mundo, entre ellos varios jefes o ex jefes de Estado, y a sus familiares.
El Gobierno de Panamá sostiene que los denominados papeles de Panamá se refieren a un solo bufete de abogados, y no al país entero, y ha anunciado que creará un comité de expertos para revisar las prácticas financieras y fiscales del país, entre los que estará el Nobel de Economía 2001 Joseph Stiglitz.