«Hemos enviado una solicitud a Panamá. La investigación se encuentra en su fase inicial. De sus resultados serán informados los dirigentes rusos», dijo Yuri Chaika, fiscal general, durante su intervención ante el Senado.
Chaika adelantó que las conclusiones de dicha investigación serán hechas públicas, aunque se mostró convencido de que «se trata de una operación especial», según medios locales.
«Nosotros no tenemos prácticamente ninguna duda de que nos encontramos ante una acción planificada y coordinada al detalle por los órganos estatales de uno de los países occidentales», subrayó, en clara alusión a Estados Unidos.
En su opinión, «la filtración de documentos que tuvo lugar es absolutamente imposible sin la participación de servicios secretos».
«El mayor trabajo de sistematización de los documentos, sin lugar a dudas, deben realizarlo los abogados y expertos financieros, y no los periodistas, que los dan como si fueran empanadillas calientes», dijo.
Y enmarcó los llamados papeles de Panamá en «la guerra informativa» en la que se encuentra enzarzados Rusia y Occidente, especialmente desde la anexión rusa de Crimea, en marzo de 2014.
«Aquí no hay ningún secreto. La tarea de los periodistas es transmitir el resultado definitivo en un lenguaje comprensible para la opinión pública y darle publicidad a la historia», aseguró.
Desde un principio, Putin ha acusado a EEUU de estar detrás de dichas revelaciones, que tachó de «producto informativo» elaborado por encargo para contrarrestar la creciente independencia política y económica de Rusia.
Insistió en que su nombre no aparece en ninguno de los documentos y defendió a capa y espada a su amigo, el violonchelista Serguéi Rolduguin, acusado de crear empresas opacas en Panamá con ayuda de empresas estatales rusas.
«¿Quién se dedica a estas provocaciones? Sabemos que detrás están los miembros de órganos oficiales estadounidenses», aseveró Putin.
Por otra parte,reconoció que las filtraciones son «ciertas», pero las vinculó con la cercanía de las elecciones legislativas rusas de septiembre y pronosticó que habrá más ataques informativos según se acerque la votación.
Recientemente, Putin rebatió las acusaciones de corrupción al declarar unos modestos ingresos anuales de 8,9 millones de rublos (133.900 dólares) en 2015.