El 18 de mayo de 2016, Julio Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados de Ecuador (ABPE), aseguraba en varios medios radiales y televisivos que “la banca sería el organismo idóneo para el manejo del dinero electrónico”.
Para Prado, el nuevo medio de pago no debería ser manejado por el Banco Central de Ecuador (BCE), porque esta es una entidad de reserva y no comercial. Luego de las declaraciones, los representantes de las entidades financieras se reunieron con las autoridades y, entre otros puntos, plantearon comprar la plataforma para operar el dinero electrónico, hacerlo de manera privada y pidieron liberar las tarifas.
Cuando los condicionamientos no fueron aceptados, la ABPE cambió de discurso y fue así que nuevamente Prado salió a los medios. Esta vez dijo que existen dudas sobre cómo será el proceso del dinero electrónico. “Lo lógico es que esto pase a manos del sector privado y que ellos pongan la plata para respaldarlo”, dijo en su momento.
Este cambio de discurso fue denunciado en el pasado enlace del presidente Rafael Correa, realizado desde Pedernales, cuando reflexionó sobre las críticas de los banqueros en torno al dinero electrónico. “Sepan que los bancos querían el negocio del dinero electrónico, como no se lo dimos, ahora resulta que el dinero electrónico ‘es malo’, que ‘es crear otra moneda’, ‘que es para salir de la dolarización’”, expresó el Primer Mandatario.
Ayer la ABPE reaccionó e insistió en que la banca privada debería administrar el sistema de pago, y “que debe estar exclusivamente respaldado en dólares y no otro tipo de activos pertenecientes al BCE”.
“Consideramos que la adopción de medios de pago, así como la elección de las instituciones que custodien el dinero, debe obedecer a una decisión libre de los clientes y no a una imposición legal”, continúa el comunicado, en el que expresa su desacuerdo sobre la manera como se regulará el sistema.
El analista Hugo Villacrés recalcó que lo correcto es que el Banco Central maneje el dinero electrónico, “porque es importante que exista una regulación en manos del Estado, sobre todo por los costos de las transacciones”.
Enfatizó que el dinero electrónico podría convertirse en un mecanismo de inclusión para quienes no tengan cuentas de ahorro. Ante el discurso de que el medio de pago ha tenido poca acogida en estos 3 años, dijo que sucede lo mismo con las tarjetas de débito, las cuales son usadas para retirar dinero y no para cancelar cuentas. Este sistema siempre ha sido administrado por los bancos privados.
“La banca privada no se ha dedicado a su función principal, que es la intermediación financiera, sino que ha utilizado como fuente de recursos e ingresos los medios digitales, en una transacción electrónica le cobra tanto al que envía como al que recibe el dinero. Por eso se necesita que el Banco Central actúe como regulador”, agregó Villacrés. Hasta mayo de 2016, según el Banco Central, se han realizado transacciones con dinero electrónico por $ 792.097. (I)