Los mercados no esperan cambios en la política petrolera de los trece países miembros del grupo, que en abril bombearon juntos 32,4 millones de barriles diarios (mbd) de crudo, cerca de un tercio de la producción mundial de esa materia prima.
«Hay una tendencia un poquito positiva. Pero tenemos que esperar más, porque no es suficiente», dijo hoy el ministro de Petróleo de Angola, José María Botelho de Vasconcelos, a los periodistas que lo esperaban a su llegada a la capital austríaca.
El delegado angoleño abogó por un precio de unos 60 dólares por barril, es decir, unos 10 dólares más que el valor actual, pero declinó manifestarse sobre un eventual decisión de modificar la oferta conjunta.
«Es un asunto que vamos a discutir, vamos a analizar», dijo.
«El mercado va a mejorar en la segunda mitad del año», sentenció por su parte Fayadh Nima, viceministro de Petróleo de Irak.
El titular de Energía argelino, Salah Jebri, declaró que las cosas están «en camino».
Su ministerio había destacado ya, en un comunicado publicado ayer, que la reunión de mañana tiene lugar en un contexto en el que los precios del crudo «han dado un giro al alza» y «la mayor parte de los organismos internacionales del sector coinciden en predecir un reequilibrio del mercado desde ahora hasta fines del año».
El barril del crudo Brent, la principal referencia internacional, rozaba hoy en Londres los 50 dólares, barrera psicológica que llegó a superar el pasado jueves por primera vez en seis meses.
Su cotización cayó hasta los 27 dólares el pasado enero -un mínimo en más de doce años- desde los más de 100 dólares de mediados de 2014, debido a un exceso de oferta, alimentada, entre otros factores, por la costosa producción de diversos tipos de petróleo no convencionales, como el de esquisto en Estados Unidos.
Para reducir la rentabilidad y eliminar así al menos parte de esa producción rival, Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de crudo, lideró una controvertida estrategia de aguantar, cuando no provocar, precios bajos y defender su cuota de mercado.
Esa postura, apoyada por los demás socios OPEP del Golfo Pérsico, se impuso en la reunión de noviembre de 2014 y se mantuvo hasta ahora, pese a la oposición de otros miembros, como Venezuela, Irán o Argelia, favorables a recortar la oferta petrolera.
Mientras que el nuevo ministro saudí del sector, Jaled al Faleh, nombrado en mayo en sustitución del veterano Ali I. Naimi, se ha mantenido en silencio en vísperas del encuentro vienés, su homólogo emiratí, Suhail Mohamed al Mazrui, dio a entender que la estrategia adoptada está dando frutos: «El mercado se está corrigiendo», dijo.
No obstante, su colega venezolano, Eulogio del Pino, advirtió de que los «petroprecios» pueden volver a caer durante el invierno boreal, ya que el repunte actual se debe a circunstancias temporales que causaron cortes de suministros en algunos países.
«¿Qué va a pasar cuándo esas circunstancias salgan del mercado?», se preguntó.
Aunque no descartan por completo una sorpresa, los expertos no esperan un cambio en la política de la OPEP después de que en abril fracasara en Doha un intento de congelar la producción de 18 exportadores de crudo, porque Riad se negó a participar si no lo hacía también su tradicional rival, Irán.
Teherán había rechazado limitar sus suministros mientras no hayan recuperado el nivel que tenían antes de la imposición de las sanciones internacionales que lastraron su economía durante una década y que fueron levantadas en enero de este año.
Si bien ahora los iraníes «podrían decir que están ya produciendo 4 mbd y mostrarse disponibles a participar» en una limitación de la producción, «no creo que Arabia Saudí tenga interés», explicó a Efe Ehsan Ul-Haq, analista de la asesora británica KBC Energy Economics.
Además de un eventual ajuste de la oferta, en la agenda de la 169 conferencia ministerial de la OPEP está la elección de un nuevo secretario general, en sustitución del libio Abdalá El-Badri, cuyo mandato expira en julio de 2016.
Los tres principales candidatos son el venezolano Alí Rodríguez Araque, el nigeriano Mohammed Barkindo y el indonesio Sudirman Said.
Fundada en 1960 en Bagdad, la OPEP está integrada por Angola, Arabia Saudí, Argelia, Catar, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Irán, Indonesia, Kuwait, Libia, Nigeria y Venezuela.