El exvelocista paralímpico y olímpico fue sentenciado a cinco años de prisión por el homicidio de Reeva Steenkamp en el día de San Valentín en 2013.
Sin embargo, Pistorius no sería capaz de testificar en su propia defensa debido a su estado mental, que incluye ansiedad y depresión, según indicó Jonathan Scholtz un psiquiatra que testificó para la defensa.
Según el testimonio de Scholtz, Pistorius debe ser hospitalizado porque es un “hombre dañado” y hay varios factores mitigantes que deben ser considerados cuando el atleta sea condenado, por ejemplo que él tiene un lugar dónde vivir, tiene una oferta de empleo en un programa de desarrollo en Twin City Development, que ha pasado 12 meses en prisión y que él no es un psicópata.
El psicólogo dijo que Pistorius vendió todas su armas y que nunca quiere tener una en su poder y que el atleta, que asiste regularmente a la iglesia, “tiene un poco de tranquilidad” al saber que Reeva Steenkamp está ahora con Dios.
La corte dice que quien sea que estaba detrás de la puerta del baño era irrelevante y Pistorius debió haber previsto que su acción mataría a esa persona, pero no se detuvo.
La sentencia mínima por asesinato en Sudáfrica es de 15 años pero la defensa pedirá al juez que tome en consideración reducir el tiempo en prisión e incluir el tiempo ya cumplido.
No parece que el fiscal del caso, Gerrie Nel, se incline por reducir la sentencia. El mismo juez que dio el primer veredicto dará la sentencia del juicio.
Varios familiares tanto de Pistorius como de Steenkamp asistieron a la corte para el juicio que podría durar una semana entera.
La jueza Thokozile Masipa, quien presidió el juicio original, también estará en esta sentencia.
El exvelocista paralímpico y olímpico fue sentenciado a cinco años de prisión por homicidio en el 2014, por matar a su novia, Reeva Steenkamp, en el día de San Valentín hace dos años.
