Miles de jóvenes -y no tan jóvenes- llegan desde todos los puntos del planeta para, rigurosamente vestidos de blanco y rojo, correr delante de una manada de toros por las calles más emblemáticas de Pamplona.
Las carreras, los resbalones, y alguna que otra herida ocasionada por algún toro son las imágenes que recorren el mundo desde esta ciudad. Lamentablemente para los organizadores y para la sociedad pamplonica no son las únicas.
Imágenes sexistas, noticias sobre abusos o tocamientos a mujeres, también dieron la vuelta al mundo. Por eso, tanto desde la sociedad civil como desde el gobierno de Pamplona se tomaron cartas en el asunto.
«Hay una campaña muy fuerte surgida de los colectivos feministas de Pamplona, y que el Ayuntamiento ha asumido, en contra de cualquier tipo de atentado contra la libertad sexual de las personas y en especial de las mujeres, que son quienes más sufren este tipo de conductas absolutamente lamentables y asquerosas», dijo a CNN en Español el concejal de Seguridad de Pamplona, Aritz Romeo.
«Es una campaña de concienciación social. Se anima a toda la ciudadanía a denunciar cualquier tipo de agresión sexista, independientemente de su nivel de gravedad. Eso esta teniendo su efecto y hay más denuncias», agregó.
Uno de los incidentes más recientes ocurrió la semana pasada: según las autoridades, una chica fue violada por 5 hombres. La reacción no se hizo esperar, explicó Romeo, ni por parte de las autoridades, ni de la ciudadanía. Los 5 sospechosos fueron detenidos en las horas siguientes, y la ciudadanía y la clase política llenó la plaza principal de la ciudad en una concentración de repulsa.
Según información de las autoridades locales, desde que inició la presente edición de los Sanfermines se han presentado cinco denuncias por delitos sexuales y once por tocamientos.
«La reacción social está siendo ejemplar y también es muy importante la eficacia policial», dijo Romeo. Los cinco autores estaban detenidos en la mañana siguiente».
«En Pamplona el que la hace, la paga», sentencia.
El concejal de Seguridad de Pamplona explicó que durante las fiestas, en las que la ciudad de 198.000 habitantes puede llegar a quintuplicar su población, hay un despliegue especial, con mayor número de agentes y con un «dispositivo especial de cámaras que detectan el momento en que se produce un posible delito sexual».
Además, hay una unidad de policías municipales especializada en delitos sexuales o de violencia sexista. En todos los turnos hay una policía mujer que ofrece asistencia psicológica desde el primer momento, explicó Romeo.
«Había una imagen distorsionada de San Fermin»
Aritz Romeo explicó que la medida se tomó en primer lugar porque había una preocupación por las «propias chicas y por el hecho de que en un escenario de la ciudad de Pamplona tan entrañable se estuvieran produciendo violaciones de la libertad sexual de las personas».
«Todos hemos podido ver esas imágenes absolutamente deleznables y deplorables de una chica que se subía a hombros se quitaba la camiseta y entonces iban un montón de mastuerzos a tocarle», dijo condenando este tipo de actitudes.
«Eso no son los Sanfermines», dijo. «Evidentemente se estaba transmitiendo una imagen distorsionada de la fiesta».
«Quien conoce los Sanfermines sabe que Pamplona es una ciudad acogedora, una ciudad plural. Que la imagen sea algo que no tiene que ver nada con la fiesta era un despropósito absoluto y así se percibía por toda la sociedad pamplonica», concluyó.