No hubo sorpresas. El candidato a la presidencia del gobierno español -y actual presidente en funciones- Mariano Rajoy perdió la primera votación del debate de investidura.

CNN

El líder conservador llegó al debate con 170 votos asegurados -los de su partido, el Partido Popular (PP, 137 escaños), los de Ciudadanos (32 escaños) y el de Coalición Canaria-, seis menos de los necesarios para ser investido (176).

Los conservadores necesitarían la abstención del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para poder formar gobierno, pero el líder socialista, Pedro Sánchez mantuvo su negativa a Rajoy durante el debate de investidura, asegurando que los programas de ambas formaciones son opuestos.

Tal y como establece la Constitución española, 48 horas después de la primera votación tendrá que llevarse a cabo una segunda, es decir, el viernes, esta vez bajo el criterio de mayoría simple (más votos a favor que en contra).

Con la negativa del PSOE, Podemos y grupos nacionalistas, Rajoy obtuvo 180 votos en contra, y no se prevé que haya ningún cambio de aquí al viernes, por lo que esta podría convertirse en la segunda investidura fallida en la historia de España. Antes, en marzo, fue Sánchez el que se sometió a la investidura y no logró los votos necesarios para formar gobierno, abocando al país a repetir elecciones.

De cumplirse los pronósticos, Rajoy dijo que seguirá intentando negociar con Sánchez para someterse a un segundo debate de investidura. También cabe la posibilidad de que el jefe de Estado, el rey Felipe VI, proponga otro candidato a la presidencia del gobierno, si algún otro líder cuenta con los apoyos necesarios.

En este sentido, en el debate se sucedieron los llamados por parte de la izquierda (Podemos) y de líderes nacionalistas-independentistas para que Sánchez intente una alternativa a Rajoy.

En cualquier caso, el reloj echó a andar el martes y los líderes políticos tienen dos meses para lograr formar un nuevo gobierno tras las elecciones del 26 de junio. Si fracasa esta nueva ronda de negociaciones entre los partidos, España iría a las terceras elecciones en un año.