Anderson recalcó que es muy bueno tener personas que se han adaptado a trabajar en lugares confinados donde se adquieren destrezas ya que se adaptan a condiciones extremas y ahora son mano de obra calificada, en este caso se encuentran, ingenieros, supervisores, técnicos de mandos medios, operarios de maquinarias y todo tipo de profesionales.
Para el Gerente del Metro fue una grata sorpresa encontrar en la fábrica donde se construyen las tuneladoras en Alemania al técnico en ingeniería hidráulica, Jorge Espín, ecuatoriano que vendrá a Ecuador a finales de este año para el montaje de las tuneladoras cuando lleguen a nuestro país.
Bolívar López es ecuatoriano, él se encarga del montaje de estructuras de hierro. Los conocimientos adquiridos en la construcción del Metro Madrid le permiten ahora trabajar en la construcción de la primera línea del Metro de Quito. Él viajó a España cuando tenía 20 años y tuvo la suerte de trabajar en una empresa de montaje de hierro en España y ahora es parte de la construcción del Metro de Quito. Bolívar trabaja en el montaje de pantallas de hierro en la parada Jipijapa. “Este es un reto diferente porque Quito tiene otras características como la sismicidad y otras condiciones geográficas. Estoy muy feliz de estar en Ecuador”, dijo López.
Freddy René es otro de los migrantes. Él está en la estación de El Calzado construyendo pantallas de hierro, que sirven para la construcción de las paredes de sustentación de las paradas.
Mauricio Anderson agradece el empeño que han puesto los ecuatorianos que aportan con su experiencia y conocimientos para que la obra avance con la celeridad y dentro de los plazos previstos.
Mauricio Anderson, indicó que las dos tuneladoras que recibió el alcalde Mauricio Rodas, hace pocos días en Alemania, tienen un diámetro es de 9.50 y su largo es de 90 a 95 metros. Una tercera tuneladora se está repotenciando en Toledo-España de propiedad de la Cia. Acciona y serán las que perforarán un túnel de 22 km. desde Quitumbe hasta el Labrador
Con esto se logra afianzar los tiempos de obra para cumplir con el cronograma previsto; en segundo lugar, su trabajo es industrial que a la vez de que cava el túnel construye las paredes de sustentación de los túneles por donde se desplazarán los trenes del Metro de Quito.
En el caso del Centro Histórico se han realizado estudios de aproximación, por aquí la tuneladoras construirán cerca de 400 metros por mes y son más seguras porque que mantienen la presión sobre la pared que se está excavando y con esto se evitan deslizamientos. En el centro con el método tradicional el tiempo programado es de 29 meses de trabajo y ahora la excavación con la tuneladora será de seis meses.