Las Fuerzas Armadas de Iraq lanzaron este domingo una gran ofensiva para retomar la estratégica ciudad de Mosul, el último bastión de ISIS en ese país.

CNN

El primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, dijo en un mensaje televisado, la mañana del lunes -hora local-, que la ofensiva militar había comenzado.

Se espera que la lucha dure semanas, quizá meses. Las batallas para arrebatar a Falluyah y Ramadi del control yihadista son indicadores de cuan larga puede ser el asalto a Mosul.

La lucha por esa ciudad, se prevé, será complicada.

El autodenominado Estado Islámico tomó Mosul y Tikrit en junio de 2014.

Los planes para esta ofensiva se han estado afinando desde hace algún tiempo. La coalición liderada por Estados Unidos y las fuerzas iraquíes han martillado objetivos de ISIS con bombardeos durante más de un año.

El enviado especial de la Casa Blanca para la coalición que enfrenta a ISIS, Brett McGurk, deseo suerte a las tropas de Iraq, que están respaldadas por  las fuerzas kurdas Peshmerga y paramilitares de la Unidad de Movilización Popular.

El Centro de Operaciones para la Liberación de Nínive, que fue creado para coordinar la ofensiva, incluye docenas de asesores militares estadounidenses y británicos.

Una unidad de artillería de Estados Unidos ha dado apoyo a las operaciones iraquíes al sur de Mosul.

En los últimos días, se supo que la red de túneles construidos por ISIS en Mosul se ha extendido considerablemente y que usan los pasadizos para salir de la ciudad.

Incluso, los yihadistas han permitido a sus combatientes heridos marcharse de Mosul y han liberado prisioneros de bajo perfil. Muchos, retenidos por afeitarse la barba, fumar o por violar códigos de vestimenta impuestos por los terroristas.

Se ha sabido que los extremistas islámicos también han estado tomando medidas para combatir la efectividad de los ataques aéreos.