Cecilia Chérrez, experta en análisis de acuerdos comerciales y miembro del colectivo ‘Ecuador Decide’, en entrevista para Notimundo a la Carta con Marcela Holguín, habló acerca de la disconformidad de dicha organización hacia la reciente firma del acuerdo comercial multipartes entre Ecuador y la Unión Europea. Asegura que, según un análisis realizado por ‘Acción Ecológica’ a la identificación de los efectos de este tipo de tratados en la producción campesina, la formación de líneas de intercambio comercial generadas por estos, y el hecho de que Europa es una potencia mundial en cuanto a la producción de lácteos, carnes, cereales, azúcar y frutas; los impactos que generan los acuerdos comerciales en Ecuador son negativos.
La experta toma como ejemplo al caso de Colombia, que desde 2013 tiene en vigencia este tratado, del cual, la Unión Europea realizó una evaluación de los logros en sus sectores exportadores, conseguidos en el primer año, en el que se destacan los lácteos, que cuentan con un incremento por sobre el 300%.
Según Chérrez, si esto ocurriese en Ecuador, donde alrededor de un millón de personas están involucradas en la producción de lácteos, el impacto social económico sería muy fuerte en sectores vulnerables.
Como sustento expone también el caso de México: aparentemente los cítricos entraban en los meses en que México no estaba cosechando esos cítricos, pero a la hora de la verdad, es imposible controlar que eso ocurra, y generalmente no hay capacidad ni voluntad en las autoridades de controlar, dijo. «Entonces, realmente los cítricos europeos coparon buena parte del año el mercado mexicano”.
A pesar de sus declaraciones, Chérrez asegura no conocer el documento final firmado el pasado jueves por el vicepresidente Jorge Glas. “No conocemos exactamente el documento final, pero ha habido varias versiones, o más de una. Oficialmente se cerraron las negociaciones en julio de 2014, se suponía que todo estaba ya acordado de lado y lado. Sin embargo, esto fue calificado como temas irritantes para la Unión Europea”.
La representante manifiesta que estos temas irritantes se referían al hecho de que el país no diera muestras de querer abrir el mercado a recibir automóviles europeos, a temas de propiedad intelectual y a las salvaguardias. “Temas que de alguna manera, desde la posición del Estado ecuatoriano han sido planteados como una protección a la industria nacional”, afirma.
Considera también que “la soberanía nacional queda mal parada cuando se ha insistido mucho en este discurso de dignidad entre potencias», debido a que, a su criterio, Juan Carlos Cassinelli, ministro de comercio exterior y Jorge Glas cedieron ante la presión de la Unión Europea por concretar el acuerdo.
Chérrez asegura que Ecuador Decide hará una demanda constitucional al respecto, ya que según su colectivo, el convenio viola varios de los artículos del Estado ecuatoriano. “Hay suficientes elementos para hacer la demanda”, y afirma que lo harán en breve.
Con respecto a los 41 000 puestos de trabajo que asegura el acuerdo, la entendida en el tema dice que los beneficiarios serán los sectores agroexportadores más grandes, en especial en el sector bananero, camaronero, pesquero y florícola. «De esta manera, se está afectando a la pequeña industria», afirma basándose en cifras del Banco Central del Ecuador.