Las cataríes, de unos sesenta años, acababan de aterrizar en el aeropuerto Le Bourget, al norte de París, el lunes por la noche cuando el coche Bentley en el que iban fue interceptado por dos encapuchados, informó una fuente policial.
Los asaltantes les rociaron con gas lacrimógeno y les robaron «todo lo que tenían en el coche: joyas, ropa y maletas (…) por un valor de al menos cinco millones de euros», agregó esta fuente.
El tramo de la autopista que lleva a los aeropuertos Roissy-Charles-de-Gaulle y Le Bourget es a menudo escenario de atracos que apuntan a extranjeros ricos en coches de lujo, algunos de los cuales llevan grandes sumas de dinero en efectivo. Los ladrones aprovechan el tráfico para pasar a la acción. En octubre, un taxi en el que iba el director de una cadena francesa de decoración fue atracado tras llegar de ese mismo aeropuerto.
Los ladrones se llevaron un botín estimado en 100.000 euros.
Asimismo, en abril de 2015, una coleccionista de arte coreana fue asaltada por tres hombres que rompieron la ventana del taxi en el que iba y se llevaron joyas por un monto de cuatro millones de euros.
Reactivar un sector en crisis
El millonario robo del lunes se suma al muy sonado asalto que sufrió en octubre pasado la estrella de la telerrealidad, Kim Kardashian. La estadounidense fue maniatada y asaltada a mano armada en una residencia privada de lujo en uno de los barrios más prestigiosos de la capital francesa, en un robo en el que le sustrajeron un anillo estimado en cuatro millones de euros y otras joyas por un monto de cinco millones.
Estos incidentes contrarrestan los esfuerzos del gobierno francés que no escatima los recursos para reactivar el turismo en el país, un sector en crisis tras la oleada de atentados yihadistas de los últimos dos años que han dejado 238 muertos. Solo en la región parisina, la pérdida de ingresos del turismo se eleva a cerca de 1.000 millones de euros y podrían ascender a 1.500 millones de euros para fines de año, según expertos del sector. El gobierno francés anunció a inicios de noviembre una serie de medidas, que incluye un paquete de 15 millones de euros para mejorar la seguridad de los turistas, sobre todo en la región parisina.
Concretamente, se prevé instalar cámaras de vigilancia en varias zonas turísticas y en sectores donde los ladrones operan a menudo como el túnel de Landy, puerta de entrada al norte de la capital y en los hoteles de la periferia parisina donde se han producido varios casos de robos a turistas.
El turismo es vital para Francia, el país más visitado del mundo. Esta industria representa 9% de su Producto Interno Bruto (PIB). El gobierno se ha fijado como objetivo atraer a 100 millones de turistas en 2020, frente a 85 millones en 2015.