El director general de Cordes, José Hidalgo, cuestionó que el Gobierno continúe con un endeudamiento agresivo y aseguró que, de ser cierto que los créditos que le otorga el BCE están financiados únicamente con los depósitos públicos, en esa entidad quedarían menos de 1 000 millones de dólares que podría usar. Después de ello, «lo que quedan son las reservas de la banca privada», dijo.
Explicó que los 416 millones de dólares desembolsados a finales de febrero por el BCE a favor del Estado se suman a otros 500 millones que le prestó en enero. Esto se suma a otros 1000 millones de dólares colocados en bonos del Estado internacionales y a otros 600 millones en bonos internos. Lo que significa que en los dos primeros meses de 2017 el Gobierno ha adquirido una deuda aproximada de 2 500 millones de dólares.
Este rubro, según explicó el economista, equivale a la mitad del presupuesto estimado por el Gobierno para todo 2017 y que se había fijado en 5 300 millones de dólares. Hidalgo atribuye este endeudamiento a una intención del oficialismo por mostrar una economía en aparente recuperación y enfrentar en mejores condiciones la segunda vuelta electoral.
Finalmente, Hidalgo insistió en que el próximo Gobierno, tarde o temprano, tendrá que ajustar el gasto para que la situación económica no sea aún más grave que cualquier medida a aplicar.