«La cifra de combatientes de Daesh muertos por la bomba de Estados Unidos en el distrito de Achin saltó a 94, incluyendo 4 comandantes», dijo a CNN el portavoz provincial de Nangarhar, Attaullah Khogiani, usando un nombre alternativo de ISIS.
«Nuestro equipo está despejando el área, por lo que la cifra podría cambiar cuando encuentren más cuerpos», dijo Dawlat Waziri, un portavoz del Ministerio Afgano de Defensa.
El saldo inicial del ataque del jueves dado por funcionarios afganos era de 36. Un comunicado dado a conocer el viernes a través del brazo mediático de ISIS, la agencia de noticias Amaq, dijo que ningún combatiente del grupo terrorista resultó muerto o herido. CNN no puede confirmar de forma independiente el número de bajas.
La bomba GBU-43/B, o MOAB, también conocida como «la madre de todas las bombas» debido a su extraordinaria potencia, fue lanzada a el jueves a las 7:32 p.m. hora local, de acuerdo con cuatro oficiales del ejército de Estados Unidos con conocimiento directo de la misión.
El ataque tuvo como blanco una red de túneles fortificados que ISIS ha utilizado para realizar ofensivas contra las fuerzas gubernamentales en la provincia de Nangarhar, cerca de la frontera con Pakistán.
La explosión destruyó tres túneles subterráneos, así como armamento y municiones, pero ningún civil resultó herido, dijeron oficiales afganos y estadounidenses.
El ejército de Estados Unidos defendió su decisión cuando fue cuestionado el viernes sobre si lanzar el gigante de 10 toneladas era necesario para ese objetivo en particular.
La bomba de 9,1 metros de longitud, guiada por GPS tiene la capacidad de destruir un área equivalente a nueve cuadras.
«Fue el arma adecuada para el objetivo adecuado», dijo en conferencia el General John Nicholson, comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán.
«Era el momento adecuado para usarla de forma táctica contra el objetivo adecuado en el campo de batalla».
El ejército de Estados Unidos había estimado previamente que entre 600 y 800 combatientes activos de ISIS estaban en el área.
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, dijo que había aprobado el ataque, el cual estaba diseñado para apoyar a las fuerzas afganas y estadounidenses que estaban realizando operaciones de despeje en la región.
Pero el expresidente Hamid Karzai acusó a Estados Unidos de utilizar a Afganistán como «campo de pruebas para nuevas y poderosas armas».
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que el bombardeo en Afganistán era «otra muy, muy exitosa misión». Este ocurrió una semana después de que él autorizara un ataque con misiles contra una base aérea del régimen sirio, el primer ataque estadounidense contra el gobierno de Siria en los seis años de guerra civil en ese país.