En un comunicado divulgado en Roma, sede central de la organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la FAO advierte que la enfermedad es muy contagiosa y que se está propagando entre la tilapia tanto cultivada como la silvestre. Por considerarlo como uno de los pescados de mayor importancia en el mundo para el consumo humano, la FAO invita a los países importadores de tilapia a tomar las medidas apropiadas, entre ellas exigir certificados sanitarios y disponer la cuarentena, según el Sistema Mundial de Información y Alerta (SMIA) creado por la entidad. El virus de la tilapia lacustre (conocido por sus siglas en inglés TiLV – Tilapia Lake Virus) ha sido confirmado en cinco países de tres continentes: Ecuador, Colombia, Egipto, Israel y Tailandia, precisa la nota de la FAO. «Si bien el patógeno no plantea problemas de salud pública, puede diezmar las poblaciones infectadas. En 2015, la producción mundial de tilapia -tanto acuícola como de captura-, ascendió a 6,4 millones de toneladas, con un valor estimado de 9.800 millones de dólares, y un comercio en todo el mundo por un volumen de 1 800 millones de dólares», indicó la entidad de Naciones Unidas. La FAO invita a los países involucrados a lanzar campañas de información pública para asesorar a los acuicultores -muchos de ellos en pequeña escala- sobre los síntomas clínicos del TiLV y los riesgos económicos y sociales que plantea. Igualmente sobre la necesidad de señalar a las autoridades responsables de la bioseguridad, los casos de mortandad masiva de peces.
Fuente: El Telégrafo