Un proyecto de ley que está en la legislatura estatal prohibiría que la policía estatal y local ayude a los agentes federales que tienen como objetivo los negocios de marihuana que son legales de acuerdo con las leyes estatales, a menos que esos agentes tengan una orden judicial.
«La razón para ello es que el gobierno actual en Washington es muy impredecible», dijo a CNNMoney el asambleísta Reggie Jones-Sawyer, un demócrata de Los Ángeles y autor del proyecto de ley. «Esto es proteger los derechos de los californianos», indicó.
El proyecto de ley fue aprobado por la asamblea estatal por 41 votos a 33 la semana pasada. La mayoría de los demócratas lo apoyaron y la mayoría de los republicanos se opusieron al proyecto.
Brandon Ebeck, portavoz del asambleísta republicano Marc Steinorth, quien se opuso al proyecto de ley, dijo que lo consideraba prematuro, citando una directiva del gobierno de Barack Obama de 2014, en la que los federales toman una postura laxa frente a los negocios de marihuana legales en el estado.
«Hemos escuchado amenazas del gobierno de Trump, pero hasta ahora no hemos visto nada que rechace ese memorándum», dijo Ebeck, refiriéndose a los electores de California que aprobaron el uso recreativo de la marihuana el otoño pasado. Las ventas serán legales a partir del 1 de enero. Ocho estados y el Distrito de Columbia ya aprobaron la marihuana recreativa.
Pero la marihuana sigue siendo ilegal de acuerdo con la ley federal, lo que la equipara con la heroína. No es claro lo que pretende hacer la administración Trump con ello, o si acaso hará algo.
El secretario de Justicia Jeff Sessions ha hablado con frecuencia sobre su rechazo a la marihuana y su legalización. Ha dicho que «la gente buena no fuma marihuana», una droga que describe como «tan solo ligeramente menos desagradable que la heroína».
«Rechazo la idea de que Estados Unidos será un mejor lugar si la marihuana se vende en cada tienda de la esquina», dijo en un discurso a principios de este año.
Sessions nombró a una fuerza especial en abril pasado para revisar las “políticas existentes” para la marihuana y para “asegurar la coherencia” con la política antidrogas de la administración Trump. Pero no ha dicho si intensificará sus esfuerzos contra la industria de la marihuana en los estados en los que es legal.
Los emprendedores de la marihuana en California y otros estados donde el cannabis es legal, dijeron a CNNMoney que están nerviosos por Trump y Sessions, pero esperan prevalecer si los agentes federales los persiguen.
La ley de santuario aún tiene que pasar por el Senado controlado por los demócratas antes de que llegue al gobernador Jerry Brown, demócrata también. La oficina del gobernador no contestó los mensajes de CNNMoney para comentar sobre si firmaría o no el proyecto de ley.
La Asociación de Jefes de Policía de California y la Asociación de Alguaciles del Estado de California dijeron a CNNMoney que ellos también se oponen al proyecto. El Departamento de Justicia y la Patrulla de Carretera de California no contestaron los mensajes de CNNMoney.
El intento de California de proteger la industria de la marihuana de la intervención federal no es único. Los legisladores de Colorado intentaron pasar un proyecto de ley similar, pero no logró ser aprobado por el Senado.
Oregon pasó una ley prohibiendo a los negocios de marihuana recolectar información personal sobre sus clientes, específicamente para que los agentes federales no pudieran obtenerla, dijo Mason Tvert, portavoz del Proyecto de Políticas de Marihuana, un grupo prolegalización.
Cualquier imposición federal podría tener grandes repercusiones en California, donde la venta de marihuana se espera rebase los 6.500 millones de dólares en el 2020, de acuerdo con New Frontier Data, una empresa que analiza a la industria de la marihuana.
Las ventas alcanzaron 2.800 millones de dólares el año pasado, tomando en cuenta la venta de la marihuana medicinal únicamente. California legalizó la marihuana medicinal en 1996.
Jones-Sawyer, el asambleísta, dijo que espera que Trump y Sessions enfoquen sus esfuerzos en las operaciones ilegales en California. Según él, existen 135 dispensarios médicos legales en Los Ángeles, pero 1.400 ilegales.
Los dispensarios tienen que seguir las leyes estatales y locales sobre impuestos, zonas, seguridad de las instalaciones, procedencia y empaque del producto y si el comprador tiene 21 años o más, o cuenta con la identificación estatal junto con una tarjeta médica, si la instalación es un dispensario médico.
«Esperaría que antes de que empiecen a cerrar los lugares legales, empiecen a cerrar los ilegales», afirmó.
Fuente: CNN en Español