A primera hora de la mañana, las fuerzas de seguridad sirias persiguieron tres coches bomba que se dirigían hacia el centro de Damasco. Lograron interceptar dos a la entrada de la ciudad, pero el tercero logró alcanzar la plaza Tahrir donde el conductor hizo explotar el vehículo, informaron la agencia de prensa oficial Sana y la oenegé Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
«Murieron dieciocho personas», declaró a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman. Según él, al menos siete miembros de las fuerzas de seguridad sirias y dos civiles fallecieron en el ataque. «Tras haber perseguido tres coches bomba, las autoridades lograron hacer explotar dos de ellos en la carretera hacia el aeropuerto.
Rodearon el tercero en la plaza Al Ghadir -una zona de Tahrir-, en el barrio de Bab Tuma, donde el terrorista se hizo estallar matando e hiriendo a varios civiles», indicó el ministerio del Interior en un comunicado difundido por Sana. Un corresponsal de la AFP pudo observar los importantes daños materiales causados por la explosión, con una quincena de coches deteriorados, algunos totalmente calcinados.
Cerca de ahí, una mujer lloraba en su apartamento, cuyo balcón cayó a causa de la onda expansiva del estallido. Su hija tuvo que ingresar en un hospital tras sufrir heridas por esquirlas de vidrio. En su salón, el suelo estaba cubierto de trozos de cristal y piedras.
Fuente: El Telégrafo