Nueva Orleans, devastada por el huracán Katrina en 2005, que dejó centenares de muertos, y otras ciudades ubicadas en la costa del Golfo de México están bajo advertencia. «Nuestro superequipo de FEMA (la agencia federal de gestión de emergencias) está preparado para el huracán Nate.
Todo el mundo en Luisiana, Mississippi y Florida, por favor, escuchen a las autoridades locales y cuídense», escribió la mañana del sábado en Twitter el presidente Donald Trump, que ya tomó medidas para liberar ayuda federal si el caso lo amerita.
Según el último informe del Centro Nacional de Huracanes estadounidense (NHC) de las 18H00 GMT, el ojo de Nate se encontraba a 170 kilómetros al sureste de la boca del río Mississippi, y su velocidad se aceleraba a 40 km/h.
Sus vientos también se reforzaron hasta alcanzar 150 kilómetros por hora, y «será un huracán categoría 2 cuando toque tierra en el litoral central del Golfo», advirtió el NHC. Lo que implicaría vientos de al menos 154 km/h, según la escala Saffir-Simpson, que llega hasta el 5.
El NHC estima que las inundaciones provocadas por el huracán puedan llegar hasta los 3,35 metros en algunas zonas y advirtió de «una marejada ciclónica peligrosa». Nueva Orleans emitió un toque de queda obligatorio a partir de las 18:00 locales (23:00 GMT) y también se emitieron órdenes de evacuación para algunas zonas de esta ciudad situada por debajo del nivel del mar.
Fuente: El Telégrafo