Más de 270 simpatizantes del opositor ruso Alexei Navalny, actualmente encarcelado, fueron detenidos el sábado en manifestaciones organizadas cinco meses antes de las presidenciales contra Vladimir Putin, que celebraba su 65º cumpleaños.

El Telégrafo

Tanto la movilización como la respuesta policial pareció ser inferior a las manifestaciones de primavera, cuando decenas de miles de personas salieron a la calle, jóvenes en su mayoría. Con todo, supuso un desafío directo al presidente ruso el día de su cumpleaños.

El opositor, de 41 años, había instado a sus seguidores a salir a las calles el lunes, tras haber sido condenado a 20 días de arresto por haber convocado manifestaciones no autorizadas, su tercera instancia en prisión en lo que va de año. Se llevaron a cabo marchas en 80 ciudades de todo el país, del Extremo Oriente hasta el Báltico, incluyendo Moscú.

Pero la mayor manifestación tuvo lugar en  (noroeste), segunda ciudad del país y ciudad natal de Putin, donde 3.000 personas marcharon al grito de «¡Libertad para Navalny!» antes de que empezaran los arrestos, según una periodista de la AFP. Hacia las 18:00 GMT, se habían efectuado 62 arrestos en esa ciudad, que, sumados a los registrados en otras partes de Rusia en marchas similares, daban un total de 271 en todo el país, indicó la oenegé especializada OVD-Info.

Testigos interrogados en el lugar por la AFP mencionaron detenciones violentas y personas ensangrentadas. Por su parte, la policía de San Petersburgo anunció que 38 personas habían sido arrestadas «por obstaculizar la circulación de vehículos» y precisó que todas habían sido liberadas. Según la policía, «unas 1.800 personas» participaron en la marcha.

Alrededor de cincuenta manifestantes seguían, hacía las 19:00 GMT, cerca de la plaza de la Insurrección, en pleno centro de San Petersburgo, aunque los policías desplegados se habían retirado, según una periodista de la AFP. La oenegé Amnistía Internacional denunció el arresto de «manifestantes pacíficos en Rusia» e instó a las autoridades a «liberarlos inmediatamente» y «empezar inmediatamente a respetar y proteger los derechos de esos manifestantes».

Fuente: El Telégrafo