Un verdadero contraste se vive en Quito acerca del empleo. Por una parte tiene la tasa más baja de subempleo, comparada con Guayaquil, Cuenca, Ambato y Machala, pero también tiene la más alta en cuanto a desempleo, según la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Inec), con corte a septiembre del 2017.
El desempleo es un indicador que mide la cantidad de personas que durante la semana anterior a la encuesta estaban sin empleo y se dedicaron a buscar trabajo sin generar recursos propios. Según Jaime Carrera, director del Observatorio de la Política Fiscal, la dinámica laboral que se evidencia en Quito se debe a que es una ciudad esencialmente “burocrática”.
“El desempleo en Quito y en el resto del país se da por el estancamiento económico, la falta de inversión, la falta de oportunidades. En el caso de Quito hay más empleo formal y menos subempleo porque en general se percibe más empleo formal por la burocracia que es mayor, por ser el centro político del país. Generalmente la burocracia tiene empleos formales y también las empresas. Sin embargo, también hay subempleo”, enfatiza.