Desde ayer, el Consejo Nacional Electoral (CNE) es la máxima autoridad del Estado, una vez que conoció en su pleno el contenido del referéndum y consulta popular, y aprobó el plan operativo para su realización, por la que ya “nada ni nadie la puede detener”.
“Declarados en periodo electoral para las elecciones, nada ni nadie las puede detener, y todas las otras funciones del Estado se ponen al servicio de la democracia.
Se ha aprobado la convocatoria a las elecciones, y nada ni nadie las puede detener”, zanjó ayer la presidenta del Consejo, Nubia Villacís, disipando así las inquietudes, respecto de la existencia de acciones judiciales en contra de los decretos 229 y 230, con los que el presidente Lenín Moreno dispuso el plebiscito.