Se prevé que este río que atraviesa París alcance el sábado los 6,20 metros sobre su nivel de referencia, una altura equivalente a la crecida histórica de junio 2016, la mayor de los últimos 30 años.
Tras varios días de fuertes precipitaciones, algunos tramos de los muelles del Sena estaban ya bajo el agua, por lo que las autoridades pidieron a los parisinos que evitaran los bancos cercanos al río.
«¡Es increíble!», se exclamó Debbi Komorowski, una australiana de visita en París junto a su marido.
«Hace dos años celebramos aquí nuestro aniversario de matrimonio, en una banca que estaba allí tomamos champagne y comimos camembert. ¡Y ahora ni se la ve!», dijo a la AFP, señalando uno de los muelles que bordean el Sena.
Debido a las inundaciones, la compañía ferroviaria nacional, SNCF, cerró varios tramos de la concurrida línea de trenes suburbanos RER C, que corre paralela al río en un tunel en el centro de París, para «garantizar la seguridad de los pasajeros y las instalaciones».
Varias estaciones, incluyendo las más cercanas a la catedral de Notre Dame, del museo de Orsay y de los Campos de Marte – que lleva a la Torre Eiffel – permanecerán cerradas al menos hasta el 31 de enero.
Según el centro de meteorología nacional, el período de diciembre a enero ha sido uno de los más lluviosos desde que comenzaron a recopilarse datos en 1900.
El nivel de precipitaciones se ha multiplicado por dos en algunas regiones de Francia, incluyendo París, donde han caído 183 milímetros de lluvia desde el 1 de diciembre.
– Habitantes en botes –
En Villeneuve-Saint-Georges, un suburbio al sureste de la capital francesa, los habitantes amanecieron con los pies en el agua por la crecida del río Yerres, forzando a algunos a desplazarse en pequeños botes de remos.
«Acabábamos de terminar dos años de renovaciones tras las inundaciones de 2016. Ahora, vamos a tener que comenzar todo de nuevo», contó abatido Akca, de 31 años, quien temía que las aguas inundaran nuevamente su casa.
En total, catorce departamentos del noreste de Francia estaban el jueves en alerta ante el riesgo de inundaciones, principalmente alrededor de la cuenca del Sena y el Saona.
Mientras tanto, los empleados del museo del Louvre y de Orsay se movilizaban para proteger sus obras ante el riesgo de inundaciones.
Como medida preventiva, el nivel inferior del departamento de Artes del Islam del museo del Louvre se encontraba cerrado el jueves, pero por el momento no se prevé un cierre mayor, indicó la dirección del museo más frecuentado del mundo (8,1 millones de visitantes en 2017).
Durante la crecida histórica de junio de 2016, varios museos, incluido el Louvre, tuvieron que cerrar sus puertas durante varios días para poner a una parte de sus obras a resguardo.
Frente a la crecida del Sena, el gobierno colocó a todos los ministerios en fase de alerta para estar listos frente a una eventual evacuación de las administraciones centrales.
Fuente: El Universo