El futuro del exvicepresidente Jorge Glas es incierto. El pasado 2 de diciembre su defensa presentó un nuevo recurso de apelación para la unificación de penas del detenido, luego de que la anterior solicitud fuera archivada por un juez. El objetivo de la acción es que la condena de 8 años por cohecho en el caso Sobornos absorba a la de 6, por asociación ilícita en el caso Odebretch.
El abogado del exvicepresidente Jorge Glas, Edison Loaiza, comentó que su defendido debió obtener la prelibertad en diciembre de 2020, sin embargo, esta acción no se ha concretado. Loaiza recordó que sobre el exmandatario pesa una tercera sentencia a 8 años de reclusión, por peculado en el caso Singue, pero que aún no ha sido ejecutoriada y está en proceso de apelación.
“Se debe aplicar el principio de absorción, para que la condena más larga absorba a la más corta; debe conseguirse la pena única”, refirió Loaiza. También explicó que obtener la fase de prelibertad no significa salir del sistema penitenciario pues todavía se deben cumplir con medidas sustitutivas. “Es nada más salir del sistema penitenciario cerrado al abierto”, añadió.
Adelantó que aún no existe fecha para la audiencia de apelación del caso Singue y que “la jurisdicción de los jueces de garantías penitenciaras rige cuando existe sentencia ejecutoriada, que en este caso no la hay”. Adicionalmente, Loaiza se refirió al estado de salud de Glas, asegurando que su estado es “muy grave” por problemas de ansiedad, cardiovasculares y otros.
Este diciembre se cumplieron 50 meses desde que el exvicepresidente Jorge Glas se encuentra detenido en el Centro de Rehabilitación Social de Cotopaxi.
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