La asistencia pretendía llegar a la ciudad de Daraya, al suroeste de Damasco, que está siendo asediada por fuerzas del régimen de Bachar al Asad desde noviembre de 2012. Los responsables del convoy eran la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
La oficina de prensa del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, informó que la ONU y el CICR «abortaron la misión a Daraya porque se negó la entrada del convoy debido a los suministros médicos y nutricionales» que transportaba.
La nota no precisa más detalles sobre esos suministros, pero sostiene que las condiciones que habían impuesto miembros de la seguridad del Gobierno «eran inaceptables» y contradicen anteriores «garantías y aprobaciones» dadas por las autoridades de Damasco.
Según habían informado previamente fuentes de Naciones Unidas y del CICR, el paso del convoy fue impedido en el último puesto de control del Gobierno antes de entrar en la población, pese a que todas las partes habían dado su visto bueno con anterioridad.
De haber llegado la caravana de asistencia humanitaria a su destino, habría sido el primer convoy en entrar en Daraya desde que comenzó el asedio gubernamental.
Según estas mismas fuentes, la caravana humanitaria transportaba equipamiento médico, leche para bebés y vacunas, así como material higiénico.