Según las indagaciones, todas tienen características similares: un trasfondo ideológico de extrema izquierda. Datos judiciales recabados hasta ayer, 20 de octubre, señalan que a través de panfletos repartidos en los alrededores de los parques El Arbolito y El Ejido y mediante las redes sociales se hicieron llamados para “mantenerse en la lucha”.
El enemigo, según ellos, es el “Estado burgués, el colonialismo, el capital, la sociedad de clases, el FMI”. Agentes dicen que la existencia de estos grupos no es nueva. Lo que les llama la atención es una radicalización de las acciones violentas, los altos niveles de coordinación y las redes de abastecimiento.
Las primeras indagaciones indican que se trató de una detonación intencional. El tanque fue escondido en una cabina de baño, dentro del parque, en una zona donde horas antes había presencia de manifestantes. Pero en la madrugada ese sector quedó despejado. El estruendo se escuchó a 4 kilómetros a la redonda. Ninguna persona resultó herida; este hecho ahora se investiga. Entre los primeros perfiles levantados sobre estos grupos aparecen estudiantes, líderes de colectivos, obreros, universitarios, activistas ambientales e incluso miembros de partidos políticos de izquierda, que tuvieron cargos públicos en el anterior Gobierno.
Otro grupo, por red social, pidió a quienes hayan “cubierto las manifestaciones” asegurar el material fotográfico y los videos. “Protege tus archivos de lucha de un posible allanamiento”. Mediante esta publicación, la organización pidió a los miembros que encriptaran computadoras y teléfonos para evitar que la Policía conozca sobre sus acciones. “Que arda el Estado, que arda tu apatía.
¡Movilízate!”, escribió otro colectivo en una red social. Para Inteligencia de la Policía, estos grupos tienen una fuerte formación ideológica con tintes extremistas. Sin embargo, no son los únicos. Otras agrupaciones que también estarían detrás de la violencia en las manifestaciones tendrían una injerencia extranjera.
Por ahora, las evidencias que hay son videos captados por la gente y por cámaras de vigilancia, en donde se aprecian personas de distintas nacionalidades que aparentemente cobran dinero por manifestarse, por realizar actos violentos o arengar hacia acciones vandálicas.
.@PoliciaEcuador ha detenido 30 personas que se habían apostado en la terraza de la Contraloría. Se revisa el resto del edificio.
Esto mostraban las cámaras de uno de los pisos antes de que las destruyan.#EstoNoEsUnParo pic.twitter.com/QYj93jtmM4— María Paula Romo (@mariapaularomo) October 12, 2019
La ministra de Gobierno, María Paula Romo, en una entrevista con Diario, El Comercio. Frente a esto, aseguró, se necesita emprender dos acciones: “Por un lado seguridad, control de Inteligencia y no a la impunidad. Y por el otro lado reconstrucción del tejido social, la reconciliación”.
Otra aspecto que indaga la Policía es el abastecimiento de estos grupos. Si bien decenas de personas entregaron donaciones al movimiento indígena durante las jornadas de protesta, también llegaron camionetas repletas con comida para los miembros de los colectivos violentos. Los camiones traían decenas de neumáticos que se usaron para barricadas. La violencia ocurrida en Quito generó, además, una reacción de la población que se sintió desprotegida.
La ministra Romo dijo que habrá un mayor trabajo de Inteligencia y que no se permitirá la impunidad.
El presidente Lenín Moreno advirtió el jueves: “Tengo una peligrosa alerta, gente de Quito y ciudades de la Sierra está adquiriendo armas. Les advierto que es prohibido portar armas y si quieren tener un arma en la casa, cumplan con lo que corresponde la ley: sacar el permiso.
Fuente: El Comercio – Nota Original – LINK