Otras veinte personas resultaron heridas en la violencia que obligó a miles de personas a huir mientras el Ejército de Colombia se apresuraba a evacuar a la gente el domingo, según William Villamizar, gobernador del Norte de Santander, donde ocurrieron muchos de los asesinatos.
Entre las víctimas se encuentran el líder comunitario Carmelo Guerrero y siete personas que buscaban firmar un acuerdo de paz, según un informe que una agencia del Defensor del Pueblo del gobierno publicó el sábado por la noche.
Las autoridades dijeron que los ataques ocurrieron en varias localidades ubicadas en la región del Catatumbo, cerca de la frontera con Venezuela y que al menos tres personas que formaban parte de las conversaciones de paz fueron secuestradas.
Miles de personas huyen de la zona, algunas de ellas escondiéndose en las montañas cercanas o buscando ayuda en refugios gubernamentales.
“Quedamos atrapados en el fuego cruzado”, dijo Juan Gutiérrez, quien huyó con su familia a un refugio temporal en Tibú después de que se vieron obligados a dejar atrás sus animales y pertenencias. “No tuvimos tiempo de recoger nuestras cosas… Espero que el gobierno se acuerde de nosotros… Estamos indefensos aquí”.
El Ejército de Colombia rescató el domingo a decenas de personas, incluida una familia y su perro, cuyo dueño sostuvo una bolsa de agua fría contra el pecho del animal para mantenerlo fresco mientras eran evacuados en helicóptero.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, viajó el domingo a la ciudad de Cúcuta, al nororiente del país, donde sostuvo varias reuniones de seguridad e instó a los grupos armados a desmovilizarse.
“La prioridad es salvar vidas y garantizar la seguridad de las comunidades”, afirmó. “Hemos desplegado nuestros soldados en toda la región”.
Las autoridades también se prepararon para enviar 10 toneladas de alimentos y kits de higiene para aproximadamente 5.000 personas en las comunidades de Ocaña y Tibú, la mayoría de ellas huyó de la violencia.
“El Catatumbo necesita ayuda”, dijo Villamizar en un discurso público el sábado. “Niños, niñas, jóvenes, adolescentes, familias enteras están llegando sin nada, en camiones, volquetas, motos, lo que pueden, a pie, para no ser víctimas de este enfrentamiento”.
El ataque se produce después de que Colombia suspendiera el viernes las conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), siendo la segunda vez que lo hace en menos de un año.
El gobierno de Colombia exigió que el ELN cese todos los ataques y permita a las autoridades ingresar a la región y brindar ayuda humanitaria.
“El desplazamiento nos está matando aquí en la región”, dijo José Trinidad, funcionario municipal de la localidad de Convención, ubicada en la región Norte de Santander. “Tenemos miedo de que la crisis empeore”.
Trinidad pidió a los grupos insurgentes sentarse y elaborar un nuevo acuerdo para que “nosotros, los civiles, no tengamos que sufrir las consecuencias que estamos sufriendo ahora”.
El ELN se enfrenta en el Catatumbo con exmiembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), un grupo guerrillero que se disolvió tras firmar un acuerdo de paz en 2016 con el gobierno colombiano. Ambos se disputan el control de una región fronteriza estratégica que tiene plantaciones de hoja de coca.
En un comunicado publicado el sábado, el ELN dijo que había advertido a los exmiembros de las FARC que si “seguían atacando a la población… no había otra salida que la confrontación armada”. El ELN acusó a los exguerrilleros de las FARC de varios asesinatos en la zona, incluido el homicidio el 15 de enero de una pareja y su bebé de nueve meses.
El comandante del Ejército, general Luis Emilio Cardozo Santamaría, dijo el sábado que las autoridades estaban reforzando un corredor humanitario entre Tibú y Cúcuta para el paso seguro de quienes se vieron obligados a huir de sus hogares. Dijo que también se desplegaron tropas especiales urbanas en las cabeceras municipales “donde hay riesgos y mucho temor”.
El ELN ha intentado negociar un acuerdo de paz con el Gobierno del presidente Gustavo Petro en cinco ocasiones, pero las negociaciones han fracasado tras episodios de violencia. Entre las exigencias del ELN está el reconocimiento como organización política rebelde, algo que los críticos consideran riesgoso.
CNN