Carolina del Norte –
El sudeste de Estados Unidos permanece el domingo bajo la amenaza de inundaciones a gran escala con potencial para provocar roturas de presas y deslizamientos, después del paso del huracán Florence, que ya ha dejado más de una docena de muertos y daños por miles de millones de dólares.
Aunque la tormenta pasó a una categoría de «depresión tropical», Florence avanza lentamente sobre Carolina del Sur y Carolina del Norte, descargando fuertes lluvias sobre las cuencas fluviales ya saturadas, lo que según las autoridades podría traer más muerte y destrucción.
Hasta el momento, la cifra provisional es de 13 muertes, 10 en Carolina del Norte y tres en Carolina del Sur, según medios de comunicación de Estados Unidos.
Este domingo, los servicios de rescate permanecían alertas en Grifton, una pequeña localidad de Carolina del Norte amenazada por los crecientes niveles de agua en un arroyo cercano y en el río Neuse.