Aguinaga trabaja como voluntario en uno de los centros de acopio en México para ayudar a los damnificados por el terremoto que sufrió el país que le abrió las puertas cuando era jugador de fútbol.
El ecuatoriano se encuentra en el estadio Azteca de México, uno de los centros de acopio de donaciones para socorrer a las personas más necesitadas.
México sigue buscando entre los escombros a supervivientes del potente terremoto que sacudió el centro y sur de México el martes.
El seísmo ha provocado al menos 286 muertos — entre ellos una treintena de niños— y el derrumbe de decenas de edificios en la capital.
Los ciudadanos se han volcado en las tareas de ayuda después del terremoto de 7,1, según el Servicio Sismológico Nacional, que ha tenido su epicentro a 12 kilómetros de Axochiapan (en el Estado de Morelos).
Se han creado brigadas ciudadanas y muchas personas se han acercado a los lugares de los derrumbes para colaborar con los rescatistas, también a llevar comida y agua. Después de la capital, Morelos y Puebla son las dos zonas más afectadas.
Además, varios países —entre ellos España, Israel, Colombia, Ecuador o Chile— se han apresurado a enviar equipos de ayuda.