Tenga claro una cosa, a pesar de que usted crea que es una persona muy independiente y que todo lo tiene que hacer solo para que funcione, llegará un momento en particular donde tenga que ceder para que las metas se den como tanto lo espera, más aún si aparece una persona con la que quiere compartir el resto de sus días. Según algunos estudios, una de las principales causas de las discusiones más acaloradas en los hogares son el mal manejo del dinero que puede llevar a quiebras económicas, divorcios maritales e incluso la pérdida de familiares.
Por eso, es importante que todos se unan en un hogar, porque la sinergia en equipo hace que se tengan mejores resultados financieros, es más, el buen trabajo con un propósito claro y que inspire a los demás, conlleva a acciones concretas que terminan siendo el logro de un objetivo, como por ejemplo, una buena cantidad de dinero destinada al ahorro.
¿Deben saber todos los miembros de la familia cuál es el ingreso del hogar?
Existen dos formas de manejar las finanzas en pareja. La primera, es tener una bolsa en común para organizar un solo presupuesto, aquí ambos conocen las cifras de las dos, en especial cuando ambos trabajan. Esta técnica funciona cuando las personalidades de las parejas son complementarias; es decir, cuando una persona es más fuerte para producir y la otra más fuerte para administrar. La segunda, cuando se distribuyen los gastos de la casa y cada uno mantiene su propio presupuesto, pero haciéndose responsable de ciertos gastos. Esta técnica funciona cuando las dos personalidades financieras son similares, por ejemplo ambos son emprendedores.
¿Se debe incluir a los hijos en los temas financieros?
Sí. Algunos analistas los llaman los gerentes del agua y de la luz, pues con ellos se debe revisar la facturación del consumo actual. Los hijos son las personas encargadas de eliminar todos los desperdicios de agua y de energía eléctrica, así que el dinero que ellos logren reducir, se puede destinar 50% para ellos por su gestión (siendo una forma para motivarlos) y 50% para el ahorro de la casa.
¿Cómo ahorrar?
La alimentación: coma saludable, pues no solo le trae beneficios físicos sino que también financieros. Las comidas fuera de casa pueden llegar a costar tres o cinco veces más que cocinar en familia.
El mercado: compre frutas y vegetales ya que suelen ser menos costosos y estar exentos de impuestos a comparación de los productos enlatados y procesados. Además compare precios entre los supermercados, porque no es lo mismo comprar en uno o en otro.
En transporte: evite salir de afán para no gastar en más transporte público. Si su familia tiene vehículo revise que los neumáticos del carro estén con niveles de aire adecuados.
Salud y belleza: estudios afirman que la expectativa de vida de una persona aumenta cuando camina; es decir, que este es el mejor ejercicio que una persona puede practicar así cuida su salud sin gastar un solo peso.
¿Cómo gastar?
Aprenda a diferenciar entre los tipos de gastos.
Gastos necesarios: estos son aquellos que son indispensables para vivir, es más, son los primeros que tiene que suplir en cuanto recibe sus ingresos.
Gastos de provisiones: son aquellos que se dan en seis meses o un año, por ejemplo, los impuestos, los seguros o los de vacaciones. Si usted los tiene en cuenta desde mucho antes que lleguen puede tener las reservas suficientes para cubrirlos sin necesidad de recurrir a la deuda.
Gastos de lujo: son aquellos que mejoran su calidad de vida, le estamos hablando del dinero que destina para entretenimiento, diversión y satisfacción. A estos gastos debería destinar el 10% de sus ingresos.
¿Cómo invertir?
Invierta cuando haya un acuerdo en pareja. Invierta en aquello que entienda cómo funciona, pues muchas veces se toma la decisión por recomendación de un amigo o familiar, sin embargo, no basta con eso, porque el peor error que puede cometer es meter dinero en algo que para usted es totalmente desconocido. Conozca los riesgos asociados a la inversión, toda inversión tiene sus riesgos, el problema no es ese, más bien es la ignorancia frente a aquel riesgo, ya que, cuando usted es consciente realmente de lo que ello significa podría administrarlo mucho mejor.