La aprobación de una reforma tributaria, previsiones positivas de crecimiento y un ordenamiento del gasto público a partir de la disminución de los subsidios a la energía son los pilares del Gobierno argentino para lograr sus metas de reducción del déficit fiscal para los próximos tres años.

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El Ejecutivo de Mauricio Macri se marcó para 2017 un déficit del 4,2 % del Producto Interior Bruto (PIB) -que cerró 2016 con un 4,6 % de déficit-, con vistas a ir bajándolo un punto por año en los próximos dos ejercicios, hasta llegar al 2,2 % en 2019.

En una conferencia de prensa en Buenos Aires, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, presentó las metas fiscales para el período 2017-2019 y situó como componentes principales para lograr esos objetivos el crecimiento económico -que el Gobierno estableció en un 3,5 % anual para los próximos tres años-, un ordenamiento del gasto público y el impulso de una reforma tributaria.

Respecto de la primera cuestión, Dujovne aseveró que desde el cuarto trimestre de 2016 la economía -todavía en recesión- «ha entrado en un proceso de recuperación bastante marcado», ya que el PIB del cuarto trimestre ha crecido con respecto del anterior, aunque todavía es negativo en términos interanuales.

«Pero tenemos el primer trimestre de crecimiento contra el trimestre previo después de cuatro trimestres de caída», valoró.

No obstante, adelantó que el próximo viernes se conocerá el Estimador Mensual de Actividad Económica de diciembre, en el que se verá que «ha habido un crecimiento bastante sólido en el cuarto trimestre», algo que en su opinión «se va a profundizar y acelerar en 2017».

Sobre el mercado de trabajo, Dujovne, quien descartó que se vayan a producir despidos en el seno de la masa funcionarial del Estado, afirmó que si bien en el primer semestre de 2016 se destruyó empleo, desde agosto ese proceso «empezó a cambiar de dirección y hoy hay un crecimiento de empleo bastante sólido».

«Gran parte de las medidas que se tomaron en 2016 eran inevitables para evitar una crisis que habría provocado una recesión realmente fuerte. (…) Había que evitar esa crisis, pagamos un costo de corto plazo por un beneficio de mediano plazo y ese beneficio ya lo empezamos a ver», sentenció.

Sin embargo, asumió que todavía cuesta sentirlo «visiblemente» en la calle.

Dujovne se refirió también a la reducción de los subsidios a la energía y al transporte, que en 2016 acarreó una fuerte polémica por la consiguientes subidas de tarifas en las facturas de la electricidad y el gas.

«Vamos a ir reduciendo subsidios tal como hicimos el año pasado y este año y los próximos. Vamos a mantener el gasto real constante o decreciente todos los años con una política en la cual la planta de personal se mantiene constante», remarcó el ministro, quien matizó que Argentina está gastando todavía algo más de tres puntos del PIB en subsidios, principalmente a la energía.

Es así que hasta 2019 anunció que se van a «remover» gran parte de esos montos, mientras que en transporte «se va a seguir reduciendo» pero a un ritmo «mucho más bajo».

«La convergencia tampoco es a subsidio cero, porque este Gobierno ha aumentado de manera exponencial la cantidad de gente incluida dentro de la tarifa social. Cuando terminemos este proceso va a haber mucha gente todavía cubierta con tarifa social en gas, electricidad y transporte», aseveró.

Sobre la anunciada reforma tributaria, el ministro adelantó que se prevé sea presentada a Macri a lo largo de este año y en 2018 en el Parlamento, donde esperó «sea acompañada» por las demás fuerzas políticas con el objetivo de tener un sistema impositivo «mucho mejor» que el actual.

«Tenemos que lanzar una reforma tributaria, pero como tenemos un compromiso de reducción del déficit, porque partimos de niveles de déficit con los cuales no nos sentimos cómodos desde el punto de vista macroeconómico, le ponemos una restricción a la reforma tributaria, que es que no puede perder recursos», sentenció.

Sin dar más detalles, el funcionario adelantó que se busca generar en algunos casos «modificaciones de alícuotas» cuando se vea que se puede expandir la base de tributación, y modificar algunos impuestos por otros que parecen «más eficientes o más justos», pero sin perder recursos en el corto plazo.

Una nueva Ley de Responsabilidad Fiscal, establecida conjuntamente con las provincias, es otro de los objetivos del Gobierno macrista.

El control de las tasas de inflación también fue motivo de consulta a Dujovne.

«Nosotros somos muy optimistas. Pensamos que el Banco Central puede cumplir su meta del 17 %. Nuestras proyecciones presupuestarias están hechas bajo el supuesto de que el Banco Central cumple la meta», consideró, para augurar que en el segundo semestre de 2017 «seguramente las tasas mensuales de la inflación van a ser mucho más bajas que las actuales».