Portillo y dos hombres más fueron arrestados en la colonia Miramontes de Tegucigalpa, donde los policías militares fueron recibidos a tiros cuando los detenidos intentaban abandonar la zona donde estaban asaltando, indicó la Secretaría de Seguridad en un comunicado.
Señaló que Portillo gozaba de «su periodo vacacional» cuando fue arrestado, por lo que el alto mando de la Policía hondureña ordenó su «suspensión inmediata para continuar con el proceso administrativo de cancelación».
«La Policía Nacional de Honduras reitera su compromiso de velar por el orden y la seguridad de la sociedad en general y reitera que no permitirá que acciones fuera de ley de sus funcionarios, dañen la imagen institucional y propicien la desconfianza de la población», añadió la Secretaría de Seguridad.
Los otros dos detenidos fueron identificados como Pedro Gustavo Portillo, un guardia de seguridad privada, y Junior Alexander Guardado.
Más de 5.000 oficiales, incluidos seis generales, han salido de las filas de la Policía de Honduras como parte de un proceso de depuración acelerado hace dos años en la institución por el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, salpicada por casos de homicidios, narcotráfico y otros delitos.
El presidente Hernández aceleró el proceso de depuración de la Policía tras la denuncia del diario hondureño El Heraldo y The New York Times, en abril de 2016, sobre oficiales y otros agentes de la Policía que aparentemente participaron en el crimen, en 2009, del zar antidrogas Julián Arístides González, y en 2011 en el del exasesor antidrogas Alfredo Landaverde.
Según las publicaciones, la muerte de González fue supuestamente planificada por la cúpula de la Policía y otros cargos a petición de un narcotraficante hondureño.
Fuente: EFE
