En el texto publicado en la cuenta en Twitter de WikiLeaks (@WikiLeaksShop), el informático y periodista australiano se refiere a “una gran presión” que ha recibido su portal y él para impedirles publicar “lo que la campaña de Clinton dice sobre sí mismos”.
Dicha presión, asegura, “viene de los aliados de campaña, incluyendo la administración de Obama y de Liberales ansiosos por saber quién será elegido presidente de los Estados Unidos”.
El australiano de 45 años de edad consideró importante revelar “por qué hemos publicado lo que hemos publicado” y afirma que “el derecho de recibir y difundir información veraz es el principio esencial de WikiLeaks”. “Nuestra organización defiende el derecho que tiene el público a ser informados”, añadió.
“Por esta razón, independientemente del resultado de la elección presidencial de los Estados Unidos, el verdadero ganador es el pueblo de Estados Unidos quienes están mejor informados gracias a nuestro trabajo”, apuntó.
Expone, además, que los ciudadanos estadounidenses han demostrado su profundo interés en las publicaciones de WikiLeaks sobre las elecciones, que incluyen más de 100.000 documentos. “Millones de norteamericanos han estudiado detenidamente los documentos filtrados y han compartido las citas entre ellos y con nosotros. Este es un modelo abierto del periodismo con el cual los guardianes no están conformes pero que está en completa armonía con la Primera Enmienda”, explica.
Señala que el material que publican le es entregado a la fundación “siempre y cuando sea de importancia política, diplomática, histórica o ética y que no haya sido publicada anteriormente” y cuando cumple esos criterios, los publican.
“Recibimos información que cumple con nuestros criterios editoriales y están relacionados con la campaña de Sanders y Clinton y de la campaña política de Clinton y su Fundación. Nadie pone en duda la importancia pública de su publicación. Sería inconcebible que WikiLeaks mantuviera dichos archivos fuera del alcance del público durante las elecciones”, indica.
Por otra parte, comenta que no es posible publicar lo que no tienen y hasta el momento en que redacta este documento no habían recibido información sobre la campaña de Donald Trump o de Jill Stein o Gary Johnson o de cualquier otro candidato que cumpla con sus criterios editoriales.
“Después de haber publicado los cables de Clinton y de haber clasificado sus correos electrónicos, nos ven como expertos en relación a los archivos de Clinton. Es por esto que resulta natural que las fuentes recurran a nosotros”, relata y dice que WikiLeaks publica “tan pronto como nuestros recursos lo permitan y tan pronto como el público lo asimile. Ese es nuestro compromiso con nosotros mismos, con las fuentes y con el público”.
Aseveró que “no es un deseo personal influenciar en los resultados de la elección”, mientras los candidatos Demócrata y Republicano han expresado su hostilidad con los delatores.
Expuso que habló en el lanzamiento de la campaña de Jill Stein, la candidate del Partido Verde, porque su plataforma aborda la necesidad de protegerlos. “Este es un problema que me toca muy de cerca debido al tratamiento inhumano y degradante que la administración de Obama dio a nuestra supuesta fuente Chelsea Manning. Sin embargo, el objetivo de las publicaciones de WikiLeaks no es que Jill Stein sea electa presidenta ni tampoco vengarnos por cómo la trataron”, argumenta.
“Lo que hacemos es publicar. Aplazar la publicación de dicha información hasta después de las elecciones habría significado que preferimos apoyar a un candidato en lugar de respetar el derecho que tiene el público a informarse”, manifestó.
En su misiva, aseveró que WikiLeaks sigue comprometida con informar al público, incluso si muchos, especialmente aquellos en el poder, preferirían no ver. “WikiLeaks debe continuar publicando. Debe publicar y ser condenado”, concluye.