Un ataque armado en un centro de rehabilitación por drogas en Irapuato, una localidad del central estado mexicano de Guanajuato, dejó este miércoles 1 de julio del 2020 al menos 24 muertos y siete heridos, informaron autoridades locales.
“Tenemos el reporte de que llegaron sujetos (armados) en un vehículo de color rojo, no se saben mayores datos. El informe preliminar que tenemos es de 24 personas sin vida y siete lesionados”, dijo a la prensa el secretario de Seguridad Pública de Irapuato, Pedro Cortés.
El funcionario agregó que de acuerdo con información preliminar, los sujetos armados “se metieron al lugar, los pusieron en el suelo y les dispararon”. Dijo que las autoridades trabajan para localizar el vehículo en el que llegaron las personas armadas.
El gobierno de Irapuato dijo más tarde en un comunicado que tres de los lesionados se reportan graves y que en el ataque ninguna persona fue privada de su libertad.
Agregó que la zona fue delimitada para que la fiscalía se haga cargo de las investigaciones. Por su parte, el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue, lamentó los hechos en Twitter y dijo que es necesaria la “intervención coordinada de autoridades federales y estatales, como única vía para afrontar con éxito esta situación”.
“Mi compromiso personal e institucional se encuentra con las víctimas de quien hoy perdieron la vida o fueron heridas en este cobarde ataque”, agregó.
Guanajuato, uno de los centros industriales más importantes de México donde se concentran plantas de grandes fabricantes de automóviles, se ha visto asolado por la violencia ligada al crimen organizado.
Estas actividades, así como la presencia de importante infaestructura energética, atrajo a organizaciones como el poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Santa Rosa de Lima, que también se dedican a actividades como la extorsión, el secuestro y el robo de combustible.
Apenas el 21 de junio, las autoridades mexicanas habían anunciado la detención de 26 presuntos integrantes del cártel de Santa Rosa de Lima, lo que detonó bloqueos con vehículos incendiados en las ciudades de Celaya, Salamanca y Villagrán.
Tras esa jornada violenta, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que su gobierno no permitirá que el país “caiga en la anarquía y el desorden”.
Días antes, se había reportado el asesinato de seis miembros de una familia, entre ellos un menor de edad, en una casa de Celaya.
Fuente: El Comercio – Nota Original : LINK