El atentado se produce cuando el Gobierno afgano se plantea un alto el fuego con motivo de la festividad musulmana del Eid al Adha o «fiesta del sacrificio».
Estudiantes y familiares describieron cómo sacaron a las víctimas ensangrentadas de los escombros de un salón de clases que estaba lleno de adolescentes que se preparaban para pasar a la universidad.
Se trata de un centro educativo privado en el que estudian principalmente menores, tanto niños como niñas. Está ubicado en el barrio de Dasht-e-Barchi. El portavoz de la policía, Hashmat Stanikzai, advirtió que el balance puede todavía aumentar.
Otras autoridades dijeron que había 48 muertos, y brindaron cifras más altas de heridos. No está claro por ahora el número exacto de víctimas, puesto que había tantos estudiantes en ese centro a la hora del ataque (16:00 locales).
El atentado, por el momento, no ha sido reivindicado. Esta vez los talibanes negaron rápidamente que estuvieran implicados, mientras el autodenominado Estado Islámico no se ha pronunciado.
El último ataque contra la comunidad chií tuvo lugar a principios de mes en la provincia de Paktia, en el este del país, donde 30 personas murieron y 81 resultaron heridas en un ataque suicida a una mezquita de la minoría chií hazara.
Fuente: El Telégrafo