El estallido ocurrió en el barrio La Macarena de la capital colombiana, muy cerca de la plaza de toros Santa María, hacia las 10:30 de la mañana, hora local, y unas cinco horas y media antes de iniciar la principal corrida de toros de la temporada, que no fue suspendida.
El alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa consideró el incidente como «ataque terrorista».
Al menos 12 de los heridos fueron transferidos a clínicas cercanas y 3 de ellos, agentes de la policía, se encuentran graves.
El alcalde dijo en conferencia de prensa que se siguen varias hipótesis, pero que por ahora se descarta relación con movimientos antitaurinos.
«Todas nuestras hipótesis señalan que esto no tuvo nada que ver con los antitaurinos», dijo Peñalosa. «Esto es una bomba, es un artefacto, elaborado por personas que tienen conocimientos técnicos de qué es lo que estaban haciendo».
La explosión también produjo daños en edificaciones cercanas, lo que provocó la mayoría de las heridas a personas en el lugar.
El director general de la Policía Nacional de Colombia, general Jorge Nieto, dijo en redes sociales que se investiga el hecho.
Condena de Santos
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, condenó «el ataque contra policías que garantizaban seguridad en La Macarena». En dos tuits, Santos expresó su solidaridad con los policías heridos y dijo que las investigaciones «deben avanzar para capturar a responsables».
Además, el mandatario visitó a algunos de los heridos y dijo que los responsables serían capturados: