Los efectivos militares llevaban agua, comida y combustible a los lugares donde escaseaban los suministros y donde las llamas cortaron las carreteras. Las autoridades confirmaron el hallazgo de tres cadáveres en el Lago Conjola, en la costa sur de Nueva Gales del Sur, elevando a 15 el total de víctimas mortales en el estado.
Más de 175 viviendas quedaron destruidas en la región. Ayer, en la localidad costera de Mallacoota, 4.000 personas se refugiaron en la costa mientras el viento dirigía los incendios hacia sus casas, bajo un cielo oscurecido por el humo y de color rojizo por las llamas. Los residentes y visitantes varados durmieron en sus autos, y gasolineras y clubes de surf se transformaron en zonas de evacuación.
Docenas de viviendas quedaron calcinadas pero el viento cambió de dirección en la noche, salvando el resto del pueblo. El responsable de emergencias de Victoria, Andrew Crisp, dijo a reporteros que la Fuerza de Defensa Australiana llevó medios marítimos a Mallacoota en una misión de abastecimiento que duraría dos semanas, y los helicópteros trasladarán a más bomberos ante la imposibilidad de llegar por carretera.
Las condiciones mejoraron, pero el riesgo de incendio seguía siendo muy alto en todo el estado, donde hay cuatro desaparecidos. En la localidad de Conjola Park, en Nueva Gales del Sur, 89 propiedades quedaron destrozadas y varios autos se derritieron a causa de las llamas.
Más de 100 focos seguían activos en la región esta mañana, aunque ninguno de ellos era peligroso. Siete personas murieron esta semana por los fuegos.
Fuente: El Telégrafo – Nota Original: LINK