En medio de una pertinaz lluvia, los restos de Raúl Ilaquiche, reconocido dirigente indígena, fueron trasladados a su natal Pujilí, donde una multitud le dio el último adiós.
La caravana fúnebre, integrada por decenas de personas y vehículos, partió desde el redondel del Danzante, un punto emblemático de encuentro, para dirigirse hacia la comunidad que lo vio nacer.
Lourdes Tibán, prefecta de Cotopaxi y esposa de Ilaquiche, junto a sus hijos Kaya, Ayan y Sany, encabezaron el recorrido.
Con voz entrecortada, Tibán recordó los 23 años de matrimonio con el dirigente y agradeció por los momentos vividos y la familia que construyeron juntos.
“Nos deja un legado de lucha, amor y fortaleza”, expresó mientras la lluvia caía incesante, como si la naturaleza también se uniera al duelo.
El cortejo avanzó lentamente durante 40 minutos desde la entrada de Pujilí hasta la primera casa que la pareja habitó. Allí, el féretro permaneció por 30 minutos, en un gesto cargado de simbolismo que evocó los inicios de su vida familiar.
El pueblo lo despidió
Posteriormente, la caravana continuó hasta el Salón de Usos Múltiples del Municipio de Pujilí, donde se instaló la capilla ardiente que recibiría a los dolientes hasta la tarde del domingo 15, antes de su sepultura en el cementerio municipal.
A lo largo del trayecto, el pueblo de Pujilí salió a las calles para despedir a Ilaquiche. Una banda de pueblo marcó el paso solemne del cortejo.
El homenaje contó con la presencia de varias autoridades de la Zona Centro y Movimientos indígenas y sociales.
Raúl Illaquiche falleció trágicamente el viernes 13 de diciembre en Tambillo, Pichincha, en un accidente que también cobró la vida de un acompañante.
Fuente: Primicias – Nota original