En primer lugar, Abdalá Bucaram Pulley, candidato presidencial por el partido Fuerza Ecuador, señaló que el correísmo encabezado por el presidente de la República, Rafael Correa, ya no representa el futuro y el Ecuador ya no puede volver al pasado. En ese sentido, afirmó que el país necesita un nuevo modelo económico que no calque las acciones que fracasaron en Venezuela, Brasil, y Cuba, donde hay estados obesos y poblaciones muy pobres.
Bucaram Pulley comentó, además, que desde Fuerza Ecuador buscan cambiar el modelo en un acuerdo público-privado donde el Estado entienda que debe regular la economía, más no administrar la vida de las familias ecuatorianas, y por ello han planteado reducir y eliminar cuatro impuestos. Entre ellos, dijo, eliminar las salvaguardias; reducir del 5 al 0,5% el Impuesto a la Salida de Divisas; bajar el Impuesto al Valor Agregado del 14 al 10% y eliminar el cobro anticipado del Impuesto a la Renta (IR). “El gran problema de Ecuador es que los Gobiernos han buscado igualdad y no equidad”, dijo el candidato, quien afirmó estar preparado para ser Presidente, y que su candidatura ofrece solo aquello que puede cumplir.
Sobre la deuda que el país ha adquirido en los últimos 10 años de Gobierno, Bucaram fue enfático en señalar que se realizará una auditoría de la misma porque, afirmó, desde esta administración han pedido créditos que buscan que no sean fiscalizados. “Han demostrado ser los más corruptos de la historia. Hay que sentarse con los chinos en una mesa de diálogo. Tenemos que ir a un proceso de renegociación de la deuda”, reiteró.
Mientras tanto, sobre los actos de corrupción indicó que su Gobierno, mediante un plebiscito, creará una Comisión Pública de Fiscalización para que analice todos los casos denunciados en este Gobierno. En este sentido, criticó que desde la actual administración estatal se defendía en un inicio la honestidad de Carlos P. Y., mientras que ahora hablan del prófugo como que no fue parte de su Gobierno. “Hasta cuándo nos quieren ver la cara de tontos. Quiero un país con instituciones fuertes con poder judicial independiente y no en las manos del poder de turno”, concluyó.
De su lado, Patricio Zuquilanda, candidato a la Presidencia por el Partido Sociedad Patriótica (PSP), señaló que una de sus propuestas para llegar a la primera magistratura del Estado es establecer acuerdos comerciales con las principales potencias del mundo e integrarse a nuevos bloques económicos y por ello, afirmó, que desde años atrás promueve el ingreso de Ecuador al Foro Económico de la Cuenca del Pacífico, donde están las mayores potencias del mundo.
El candidato señaló que el país no puede cerrarse a la firma de Tratados de Libre Comercio (TLC), y por ello ve necesario y vital una conversación con el Presidente electo de los Estados Unidos Donald Trump para llegar a dos acuerdos inmediatos; en migración y comercio. Todos los países de América Latina tienen un TLC con EE.UU. “Nosotros no tenemos porque al presidente Rafael Correa se le ocurrió que es revolucionario y no necesitaba un acuerdo”, comentó.
En temas económicos, Zuquilanda fue enfático en señalar que traerá a la banca internacional para que compita con las ocho familias banqueras del país para, de esa forma, reactivar la inversión y la economía. Además, dijo, que se realizará una reforma para volver al trabajo por horas sin perder los derechos sociales, y dar cabida a miles de ecuatorianos desesperados.
Asimismo, Paco Moncayo, candidato a la Presidencia de la República por el Acuerdo Nacional por el Cambio, manifestó que el actual Gobierno ha llevado a Ecuador a una situación de crisis muy compleja, con exceso de gasto que se resume en un déficit presupuestario inmanejable.
En este sentido, el candidato añadió que 5 000 millones de dólares gasta el Gobierno sobre lo que realmente dispone, y ese déficit lo cubre con deuda, que ha sobrepasado ya los 40 000 millones. “Además, en una economía dolarizada, Ecuador es el que tiene la más baja inversión directa externa comparado a otros países”, comentó.
Moncayo enfatizó, además, que su Gobierno generará empleo a través de la dotación de servicios básicos; la construcción de vivienda popular; el impulso al agro y el desarrollo del turismo. Estas obras, expresó, darán trabajo a las pequeñas empresas, y mano de obra no calificada. “Esto ya lo hice en Quito, y justo en el 2000 cuando el país también estaba quebrado”, destacó.
Indicó, también, que su Gobierno acudirá al Fondo Monetario Internacional; al Banco Mundial, al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Corporación Andina de Fomento (CAF) y préstamos bilaterales porque, señaló, ningún estadista y administrador responsable no se cierra a ninguna alternativa, pero aún por obsesiones ideológicas.
Sobre el tema de corrupción, Moncayo recalcó que los gobiernos autoritarios, caudillescos y de partido único donde el Ejecutivo se toma el control de todas las funciones e instituciones de control son el caldo de cultivo para esta problemática. “Si no tenemos Fiscalía, Contraloría, y jueces independientes la impunidad terminará siendo el resultado. Por ello, tenemos que desalojar del poder a este modelo nefasto que ha causado tanto daño al Ecuador”, mencionó.
Finalmente Iván Espinel, candidato a la Presidencia por el movimiento Fuerza Compromiso Social, manifestó que antes de confirmar su candidatura, su organización política evaluó que por la administración del país han pasado mucha gente con experiencia y títulos que han cavado un pozo profundo económica y socialmente dando inestabilidad política al país. “Eso nos hizo tomar la decisión para lanzarnos”, comentó.
Espinel aceptó que en 2013 apoyó al binomio Rafael Correa – Jorge Glas, y enfatizó que siempre estuvo de acuerdo con las políticas del Gobierno actual. “Hasta ahora nos parece que algunas son muy buenas para el país que han demostrado desarrollo y otras no”, expresó el Presidenciable, quien añadió que se opusieron desde un inicio a la reelección indefinida, al retiro del 40% del aporte del Estado al IESS y a la creación de más burocracia por parte del Gobierno.
Sobre su planteamiento de la pena de muerte a violadores y quienes matan para robar, indicó que la misma fue solicitada por la ciudadanía y después de estudiarla la aceptaron para proponerla a nivel nacional. Sin embargo, aclaró que la iniciativa deber ser calificada por una consulta popular dado que la Constitución no permite este tipo de medidas.
“La pena de muerte no es una medida para condenar a alguien. Es una medida disuasiva. Hablamos mucho de Derechos Humanos, pero cuando asesinan a una persona estamos pretendiendo defender al victimario y no a la víctima”, mencionó.
Desde el tema social, Espinel aseguró que en su Gobierno restaurará el aporte a la Seguridad Social por parte del Estado de acuerdo a un estudio actuarial que defina si es un 40%, 30% o 50% y apoyará la creación de nueva infraestructura hospitalaria pública y para el Instituto Ecuatorianos de Seguridad Social. “Existe un tipo que come banana, abraza árboles y hace yoga mientras hay gente que padece fuera de un hospital”, aclaró.