La Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) prevé que la construcción de las 44 nuevas paradas del sistema de transporte Trolebús culmine en el primer trimestre de 2016.
La obra forma parte del Plan de Movilidad 2015-2030 de la actual administración. En cada parada se invertirán $ 295.454, pues el Cabildo calcula que $ 13 millones será el egreso total.
La reforma arrancó el 3 octubre y en cada estación trabajan 14 obreros en promedio, contratados por la Epmmop.
Luis Sanguña, encargado de la construcción de la parada Santa Clara (en el centro-norte de la ciudad), señaló que las estructuras de concreto (edificadas tras destruir las anteriores) y la carpintería de las paradas concluirían entre esta y la próxima semana; la siguiente fase comprendería la construcción de la estructura metálica.
Roberto Soto, constructor de la parada Mariana de Jesús, considera que las estructuras estarán listas a tiempo, aunque las lluvias han causado molestias.
Alexandra Pérez, gerenta de la empresa municipal de transporte de pasajeros, declaró a la agencia de noticias del Cabildo que tras 20 años de funcionamiento de las paradas era necesario intervenirlas.
En tanto, el alcalde Mauricio Rodas justificó el jueves pasado la obra, en la sesión de aprobación presupuestaria, que se necesitaba ampliar estos espacios por la próxima llegada de los buses biarticulados.
Lo dijo en respuesta a un cuestionamiento de la segunda vicealcaldesa de Quito, Anabel Hermosa (Alianza PAIS), sobre el uso de dinero de la ciudad en la obra.
Para la Municipalidad, las nuevas paradas mejorarán la imagen urbana de Quito y reducirán el tiempo de detención de los buses.
Las nuevas estaciones tendrán como modelo la de la Plaza del Teatro (Centro Histórico), que fue reabierta el 1 de octubre de 2014 tras un proceso de reconstrucción en el que el Banco Pichincha invirtió $ 108.000.
El alcalde dijo entonces que replicaría el modelo de rehabilitación a través de inversión privada de las 106 paradas restantes del sistema metropolitano de transporte, lo que al final no se concretó.
Mientras tanto, los usuarios del Trolebús utilizan estaciones provisionales que funcionan cerca de las que son intervenidas. Estas estructuras tienen recubiertas de plástico el techo y la parte posterior. Las adecuaciones no son suficientes, según los usuarios, pues no los protege de las lluvias, que cayeron el lunes en la capital.
A ello se añaden quejas sobre la inseguridad. Vecinos del sector La Recoleta (en el centro-sur) señalaron, por ejemplo, que un robo ocurrió recientemente en la zona. Los ciudadanos aseguraron que los delincuentes se ubican detrás de la parada provisional esperando a las víctimas, incluso consumen drogas.