Más de 150 personas trabajaban en las labores de rescate, que debieron suspenderse en la madrugada por las condiciones climatológicas en ese páramo a 3.300 metros sobre el nivel del mar, con mucha bruma y temperaturas de 2ºC, según indicaron socorristas.
«Nos encontramos este panorama tan destrososo (…) el avión quedó destrozado totalmente», dijo a la AFP el capitán de bomberos Elkin González, uno de los primeros en llegar a la zona de la catástrofe.
«Las lluvias afectan pero nosotros no vamos a parar. Aquí vamos a estar hasta que rescatemos el último de los cuerpos», dijo por su parte el ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas, tras hablar con sus pares de Brasil y Bolivia.
El modesto Chapecoense había sorprendido al fútbol regional al llegar a la final de la Sudamericana por primera vez en su historia tras eliminar en semifinales al poderoso San Lorenzo de Argentina. Nueve futbolistas del Chapecoense no viajaron a Colombia por decisión técnica y se quedaron en Brasil: Rafael Lima, Nenem, Demerson, Marcelo Boeck, Andrei, Hyoran, Alejandro Martinuccio (argentino), Moisés y Nivaldo.