El Ministerio de Relaciones Exteriores informó que las autoridades de salud de Panamá notificaro, a través de una nota diplomática, la obligatoriedad de presentar el certificado de vacuna de fiebre amarilla, para entrar a esa nación.

El Ciudadano

Explicó que esta medida se impulsa para prevenir el contagio del virus para quienes viajen a ese país desde países con riesgo de transmisión.

Para los ciudadanos que vayan a viajar desde Ecuador, pueden acceder a la vacuna en los centros de salud del Ministerio de Salud Pública. La vacuna no necesita refuerzos. Sin embargo, es necesario que se la coloque al menos diez días antes del viaje.

La vacunación es la medida preventiva más importante contra la fiebre amarilla. La vacuna es segura, asequible, muy eficaz, y una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad y protección de por vida, sin necesidad de dosis de refuerzo.

La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, transmitida por mosquitos infectados. El término “amarilla” alude a la ictericia que presentan algunos pacientes. La mortalidad de los casos graves no tratados puede llegar al 50%. No hay tratamiento curativo para la fiebre amarilla. El tratamiento es sintomático y consiste en paliar los síntomas y mantener el bienestar del paciente.

Según datos publicados por la Organización Mundial de la Salud, se calcula que cada año se producen en el mundo 130 000 casos de fiebre amarilla que causan unas 44 000 muertes en países endémicos africanos, donde se produce el 90% de los casos de fiebre amarilla.

El virus es endémico en las zonas tropicales de África y América Latina, con una población de más de 900 millones de habitantes.

El número de casos de fiebre amarilla ha aumentado en los dos últimos decenios debido a la disminución de la inmunidad de la población, la deforestación, la urbanización, los movimientos de población y el cambio climático.