La joven viajó a ese país con beca por su alto rendimiento en la institución policial. Aspiraba graduarse y regresar a Ecuador como subteniente de la Policía. El 9 de enero de 2019 retornó a Colombia para terminar sus estudios, luego de celebrar las fiestas de Navidad y Año Nuevo junto a su familia. Diez días después regresó en un féretro en la aeronave DC3 de la Policia de Colombia.
Ese país envió dos aviones a Ecuador. Uno de ellos para el féretro de la cadete y personal de Criminalística; y el segundo, para los familiares, quienes viajaron con dos generales de la Policía de Colombia.
Los restos mortales recibieron honores policiales. Su féretro llegó cobijada por la bandera tricolor. Al salón protocolar de la Presidencia llegaron los familiares de Chicó.
El presidente Lenin Moreno les dio sus condolencias a los familiares en el salón protocolar del aeropuerto de Tababela, antes de viajar a Suiza para asistir al Foro Económico Mundial. Cadetes de la promoción 80, de la que era parte Sofía, así como otros policías le recibieron.
La madre de la cadete fallecida, Norma Vallejo; su padre, Roberto; y su hermano, Kevin Chico arribaron a las 17:11 del 19 de enero. Lo hicieron en el avión ATR 500 de la Policia de Colombia.
El comandante de la Policia, Nelson Villegas, rechazó la violencia extrema y se solidarizó con Colombia. Recibirán la normativa para ver si se aplica algún reconocimiento adicional a la cadete, según estipula la ley. De su lado, el viceministro del Interior, Andrés de la Vega, también rechazó los actos delincuenciales en Colombia y reiteró que «no es un conflicto nuestro».
Según Villegas, se abrirá una capilla ardiente en la escuela de Policia, Alberto Enriquez Gallo. Pero señaló que se conversará con la familia para coordinar el posterior, el 20 de enero.
Sobre el estado de salud de la cadete Carolina Sanango, Villegas señaló que se recupera de sus heridas en Colombia. Indicó que está a órdenes de los médicos de ese país, quienes deberán darle el alta para retornar al país. Por lo pronto, Villegas dijo que se recupera.
Fuente: El Telégrafo – nota original: LINK
