Los rescatistas estudiaban este jueves las posibles opciones disponibles para evacuar a los doce niños y su entrenador de fútbol, atrapados desde hace doce días en una cueva inundada en Tailandia, en una carrera contrarreloj ante el riesgo de que suba el nivel de las aguas, con el retorno previsto de las lluvias.

Efe

“Nuestra mayor preocupación es la meteorología… Estamos en una carrera contrarreloj, ahora estamos en una carrera contra el agua”, declaró Narongsak Osotthakorn, jefe de la célula de crisis.

Los socorristas esperan poder hacer que baje el nivel de las aguas de forma suficiente como para que los niños no tengan que bucear o que lo tengan que hacer muy poco.

“Esta mañana preparamos los 13 equipos de buceo” para poder evacuar de manera urgente, agregó.

Pero el gobernador recordó que se necesitaban once horas a un buzo experimentado para ir y venir hasta donde están los niños: seis horas de ida y cinco horas de vuelta aprovechando la corriente.

El regreso de la lluvia, previsto para el viernes, en esta temporada del monzón, podría precipitar esta evacuación, con el riesgo de que torrentes de agua inunden la cueva.

“Escuché que habrá lluvia otra vez. Estoy muy inquieta”, dijo a AFP Sunida Wongsukchan, familiar de Ekkarat, uno de los niños atrapados. A su alrededor, en la carpa reservada a las familias, la inquietud es cada vez mayor.