La CIDH pretendía realizar una visita a Venezuela del 4 al 8 de febrero de 2020 para reunirse con grupos de víctimas de violaciones a los derechos humanos, representantes de la sociedad civil, y movimientos sociales, estudiantiles y académicos y otros actores.
Según un informe presentado en julio de 2019 por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, cerca de 7.000 presuntas ejecuciones extrajudiciales se produjeron el último año y medio en Venezuela.
La CIDH estableció la visita luego de aceptar la invitación del representante ante la OEA designado por la Asamblea Nacional de Venezuela, Gustavo Tarre.
La organización indicó que a su delegación le fue prohibido abordar el vuelo desde la Ciudad de Panamá rumbo a Caracas, según notificación recibida por la aerolínea.
Ante los obstáculos para llegar a Venezuela, la misión desplegó un plan B, que implicaba su traslado a Bogotá y luego a la frontera colombo-venezolana, a Cúcuta.
Fuente: El Telégrafo, nota original aquí: LINK