«La coalición no estuvo implicada en esta operación. (Israel) opera de manera independiente», recalcó el coronel del Ejército de EE.UU. y portavoz de la coalición Sean Ryan, durante una rueda de prensa celebrada en Irak y que pudo ser seguida desde el Pentágono.
El militar aseguró que la alianza no detectó la presencia de los aviones israelíes en territorio sirio y aseguró que se «está llevando a cabo una investigación» para dilucidar lo sucedido.
Cazambombarderos israelíes se adentraron ayer en Siria para lanzar un ataque contra el grupo chií libanés Hizbulá, aliado del Gobierno de Damasco.
La incursión israelí hizo que la defensa antiaérea siria interviniera, pero derribó por error un avión IL-20 en el que viajaban 15 militares rusos.
Rusia, que apoya al Ejecutivo sirio, acusó hoy a Israel de haber provocado la situación con sus «acciones hostiles».
«Los pilotos israelíes se escudaron detrás del avión ruso, con lo que lo expusieron al fuego de la defensa antiaérea de Siria», denunció el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, el general Ígor Konashénkov.
Por otro lado, el secretario del Departamento de Estado de EE.UU, Mike Pompeo, lamentó hoy en un comunicado las muertes de la tripulación y se refirió al incidente como «un desafortunado suceso».
«El desafortunado suceso de ayer nos recuerda la necesidad de encontrar soluciones permanentes, pacíficas y políticas a los numerosos conflictos que se solapan en la región, así como del peligro de los trágicos errores de cálculo en el escenario abarrotado de Siria», manifestó Pompeo.
Desde septiembre de 2015, Rusia desarrolla una intervención militar en Siria a favor del presidente sirio, Bachar al Asad, mientras que la coalición tiene como objetivo acabar con la presencia de terroristas del grupo Estado Islámico (EI) en la región.
Para evitar confrontaciones, ambos bandos establecieron una zona de no agresión, marcada principalmente por el río Éufrates, y se mantienen en permanente comunicación para coordinar sus acciones.
Fuente: EFE