“Hay serias dudas sobre la presunción de inocencia de los atletas rusos y kenianos”, estimó ayer Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), al término de una cumbre en la que se abordó la cuestión de la posible presencia de los deportistas rusos en los Juegos de Río (5-21 agosto).

El Telégrafo

Debido a ello, para poder acudir a las Olimpiadas en agosto, “los participantes de esos países deberán ser declarados elegibles por sus federaciones internacionales respectivas, después de una evaluación individual”, precisó el presidente del COI, señalando una decisión tomada “por unanimidad” por los representantes presentes el martes en Lausana. Dicha mención a “respectivas federaciones internacionales” da a entender que hay más deportes afectados más allá del atletismo, aunque Thomas Bach no hizo mención alguna a cualquier otro tipo de disciplina.

“Cada federación internacional debe tomar una decisión sobre la elegibilidad de sus atletas. (…) En este proceso, la ausencia de controles antidopaje positivos en el país no debe ser considerada suficiente. Las federaciones internacionales deberán tomar en cuenta otros exámenes, supervisados y aprobados por las autoridades internacionales”, y especialmente la Agencia Mundial Antidopaje. Sobre el atletismo ruso, el COI renovó su apoyo sin fisuras a la decisión de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) de prolongar el viernes la suspensión de la Federación Rusa, privando de facto a la gran mayoría de los atletas de ese país de los Juegos.

“La cumbre confirma, respeta y aprueba la decisión tomada por la IAAF el viernes”, declaro Bach. Los atletas rusos no sospechosos de dopaje que sean repescados por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) podrán competir en Río bajo la bandera rusa, y no bajo la bandera olímpica, como sería el caso de los refugiados, precisó Thomas Bach. Desde Tcheboksary, donde tienen lugar los campeonatos de Rusia, la zarina de la pértiga Yelena Isinbayeva había rechazado anteriormente a participar bajo la bandera olímpica.

“Soy rusa, tengo un país, tengo una bandera”, había clamado la doble medallista de oro olímpica. “Nuestro equipo no boicotea los Juegos Olímpicos y no hay guerra en nuestras fronteras. No tenemos pues ninguna razón para justificar la participación bajo la bandera olímpica, es inadmisible”.